Lonesome Echo
El pintor surrealista de Figueras, Salvador Dalí, era un buen amigo del comediante y actor Jackie Gleason, quien también hizo sus pinitos en la industria musical. No obstante, el catalán se embolsó una buena cantidad por la obra.
“El primer efecto es la angustia del espacio y la soledad. El segundo, la fragilidad de las alas de una mariposa, proyectando largas sombras en el atardecer, que reverberan en el paisaje como un eco. El elemento femenino, distante y aislado, forma un triangulo perfecto con el instrumento musical, que es otro eco, la concha”, dejó anotado el pintor en la contraportada de la grabación.