Una jueza de Almería ha condenado a 21 años de prisión a un hombre acusado de agredir a seis agentes de la Guardia Civil y a dos de la Policía Local de Roquetas de Mar (Almería) durante su detención después de que agrediera a un niño y a su madre frente en el parque de Los Bajos de la localidad.
Fuentes jurídicas han indicado a Europa Press que el acusado ha aceptado la pena por un delito de atentado así como un mes de multa a razón de seis euros diarios por cada uno de los diez delitos de lesiones leves interesados por la Fiscalía de Almería, así como el pago de responsabilidades civiles. La pena de cárcel y multa le han sido conmutadas por su expulsión del territorio nacional y prohibición de entrada durante cinco años.
El acusado, natural de Mauritania y en situación irregular en el país, ha reconocido los hechos que tuvieron lugar el pasado 1 de junio en el parque de Los Bajos de Roquetas de Mar, cuando «sin mediar motivó alguno, y con ánimo de menoscabar su integridad física, cogió al menor y lo lanzó contra el suelo».
Así, su madre que se encontraba en las proximidades acudió en su auxilio, momento en el que ella también fue agredida físicamente. La situación provocó la intervención policial, por lo que hasta el lugar de los hechos acudieron varios agentes que procedieron a la identificación del sospechoso.
El hombre, que hizo «caso omiso» a las indicaciones de los agentes que procediendo a cachearlo, comenzó a propinar de «forma sorpresiva» empujones y manotazos contra ellos, de modo que arremetió contra la fuerza actuante también mediante «manotazos», «patadas» y «puñetazos» hasta que logró ser reducido
A causa del «forcejeo» con todos los agentes, el acusado ocasionó varios desperfectos materiales toda vez que hirió a seis agentes de Guardia Civil y a otros dos de Policía Local de manera leve, con contusiones de diferente consideración, que tardaron varios días en curar.
Varios de los agentes han estado asistidos jurídicamente por la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), desde donde se señaló la «resistencia» con la que había actuado el detenido frente a la actuación de los agentes, quienes consiguieron reducirlo una vez que estaba «agotado físicamente».
La asociación explicó así que «los ataques hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son frecuentes y además las penas que lleva aparejada este delito de atentado son leves, perdiendo así el principio de autoridad», toda vez que este tipo de ataques «se multiplican en estas fechas con el aumento de la población en verano».
Desde la AUGC han demandado nuevamente la necesidad de material de defensa para este tipo de situaciones, tales como «pistolas táser o chalecos antibalas para todos los integrantes» de la plantilla y «no solo para la mitad», toda vez que han solicitado un aumento de las penas para quienes agreden a agentes de la autoridad.