La torre de control del Aeropuerto de Tenerife Norte decidió en la tarde de ayer sábado ordenar el aborto de la operación de despegue de un avión para garantizar la separación entre aparatos debido a que otro vuelo que estaba llegando interrumpió previamente la maniobra de aproximación, aumentó la velocidad y permaneció unos minutos más en el aire.
Según han informado los controladores aéreos en su cuenta oficial de Twitter, cuando existe tráfico rodado para despegar o aterrizar, la torre trabaja con el radar para los aviones que llegan y a simple vista con los que esperan para salir.
En este sentido, el avión que espera para despegar no puede entrar en pista sin la autorización, del mismo modo que el aparato que está llegando no puede aterrizar sin permiso. Así, el que despega no debe demorar la salida y el que llega tiene que cumplir una velocidad para no echarse encima.
En el caso de este sábado, el controlador valoró que había tiempo suficiente para el despegue y lo autorizó, informando al vuelo que estaba llegando para que ajustara su velocidad.
No obstante, este segundo avión decidió interrumpir la aproximación a la pista en una maniobra normal e informó a la torre de que aumentaba la velocidad a una mayor que la del despegue.
Pese a que no hubo peligro de colisión porque todos los aviones estaban al corriente, el controlador tuvo que indicar al aparato en operación de despegue que abortara la maniobra, ante lo cual el avión valoró que era posible detenerse con seguridad y frenó la maniobra.
Posteriormente, el vuelo que llegaba aterrizó con normalidad y el que salía, tras enfriar los frenos y realizar una revisión de seguridad, despegó sin mayores problemas.
Por su parte, en un comunicado, Iberia Express (la compañía del avión que estaba esperando al despegue), ha hecho especial hincapié en que durante la maniobra indicada desde la torre se cumplieron los procedimientos de seguridad y se siguieron las indicaciones de los controladores.
Además, explicó que se trata de una maniobra habitual para la que las tripulaciones técnicas están preparadas, ya que ésta y otras se entrenan recurrentemente en simuladores y siguiendo con los procedimientos de seguridad requeridos.
«La tripulación ha actuado adecuadamente y en ningún momento la seguridad se ha visto comprometida», concluyó.