El tiempo de esta última semana de abril será variable en España porque se irán alternando cielos soleados con nubes, lluvias, tormentas y polvo en suspensión proveniente del desierto del Sáhara, con unas temperaturas que primero serán normales para la época, después más frescas que de costumbre en el sureste peninsular y finalmente las habituales para concluir el mes.
“La última semana de este mes de abril en lo que al tiempo se refiere estará marcada por la llegada de una borrasca atlántica que inestabilizará la atmósfera y dará lugar a lluvias y chubascos, en ocasiones con tormenta, que se irán extendiendo de oeste a este a partir del miércoles”, según Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Del Campo añadió, en declaraciones facilitadas a los medios, que el día más lluvioso será el miércoles. “A partir del jueves, las precipitaciones estarán más concentradas en el este de la península”, precisó.
“Además, esta semana probablemente nuestros cielos se enturbien por la presencia de polvo en suspensión procedente del norte del continente africano, que dará lugar a calima y a posibles precipitaciones acompañadas de barro, sobre todo el miércoles y el jueves”, recalcó.
Las temperaturas serán las normales para la época del año, pero, según Del Campo, “a partir del miércoles descenderán y serán más frescas de lo habitual, sobre todo en las jornadas del miércoles al viernes y especialmente en el este de la península”.
MARTES
En cuanto a este martes, un frente asociado a una borrasca atlántica comenzará a acercarse por el oeste peninsular. “Aunque el frente no será demasiado activo, la inestabilidad irá en aumento. Así, esperamos precipitaciones sobre todo en Galicia y Asturias. Serán también posibles en el oeste de Castilla y León, y en Extremadura, y algo más abundantes en la franja central peninsular, sin descartar que puedan estar acompañadas de tormenta”, apuntó Del Campo.
Es posible que el martes llegue polvo en suspensión al sureste peninsular y Melilla, lo que dará lugar a calima y al consiguiente empeoramiento de la calidad del aire.
Las temperaturas mínimas subirán de forma acusada, con lo que desaparecerán las heladas en casi todo el país, mientras que las máximas ascenderán en el área cantábrica y Pirineos. “Una de las capitales de provincia con la temperatura diurna más alta podría ser Bilbao, con 26 grados. Lleida, Zaragoza o Badajoz llegarán a unos 24 grados”, indicó Del Campo.
MIÉRCOLES
El frente atlántico avanzará este miércoles hacia el este peninsular, con lo que será un día nuboso y lluvioso, en general. Las precipitaciones llegarán a amplias zonas de la península, salvo al norte y al este de Cataluña, y podrían no aparecer en el entorno del Estrecho y Baleares.
“Las lluvias más abundantes tendrán lugar de nuevo en una franja central de la península que abarca aproximadamente el Cantábrico oriental, el este de las dos mesetas y el este de Andalucía”, comentó Del Campo, antes de agregar que las precipitaciones podrán ir acompañadas de tormenta.
Es posible que el miércoles persista el polvo en suspensión en el este peninsular y Baleares, por lo que no se descartan lluvias de barro en esas zonas.
Las temperaturas bajarán de forma acusada en la mitad este y zonas del norte peninsular, especialmente en el Cantábrico, con descensos de seis a ocho grados respecto al martes. Palma llegará a 25 grados y Córdoba, Sevilla o Girona rondarán los 24. “En cambio, Murcia o Valencia no pasarán de 15 o 17 grados”, añadió Del Campo.
JUEVES
El jueves continuará el ambiente inestable con probables chubascos en amplias zonas de la península, excepto Galicia y el nordeste de Cataluña. En el caso de producirse alguna lluvia, será débil en el tercio occidental peninsular.
En cambio, las lluvias y los chubascos podrían ser localmente fuertes en el este de Castilla-La Mancha, la mitad sur de la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía oriental. Las precipitaciones llegarán a Baleares.
El polvo en suspensión continuará en amplias zonas de la península y de Baleares, con lo que las lluvias podrían estar acompañadas de barro.
Las temperaturas subirán en los tercios norte y oeste de la península, y bajarán en el resto. Serán entre 5 y 10 grados inferiores a las normales en el cuadrante sureste peninsular. “Por ejemplo, Cuenca no pasará de los 13 grados ni Albacete de los 15, misma temperatura que registrarán Madrid y Guadalajara. El ambiente más templado lo tendremos en los dos extremos de la península. En el nordeste, por ejemplo, Lleida y Girona rondarán los 23 o 24 grados, y en el suroeste, Huelva alcanzará también 24 grados”, resumió Del Campo.
VIERNES A DOMINGO
Este viernes es probable que continúe la inestabilidad atmosférica en la mitad este peninsular y Balearse, con chubascos persistentes en el sur de la Comunidad Valenciana.
La incertidumbre en el pronóstico aumenta para el fin de semana, cuando, no obstante, podría llover en el nordeste de la península y otros puntos del extremo norte, sin descartar por completo que aparezcan precipitaciones en del resto del país. “Aunque es probable que, en principio, el tiempo sea más estable, sobre todo cuanto más al oeste nos encontremos”, precisó Del Campo.
Las temperaturas tendrán a subir de forma notable el viernes hasta asentarse en valores propios para la época del año en buena parte del país durante el fin de semana.
CANARIAS
El archipiélago canario tendrá este lunes y este martes nubes, chubascos y vientos intensos del noroeste en las islas montañosas. A partir del miércoles se instaurará el régimen de vientos alisios, que traerán algunas nubes bajas en el norte de las islas e intervalos de nubes altas en el resto de Canarias, pero sin lluvias.
Las temperaturas no variarán demasiado a lo largo de la semana, con máximas que oscilarán entre los 21 y los 23 grados en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.