Acción Mundial por la Educación se moviliza por unas aulas libres de odio

Redacción

La semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), que empieza este lunes hasta el 28 de abril, se movilizará para combatir los discursos de odio en las aulas en 124 países; en el caso de España, más de 1.000 alumnos de siete Comunidades Autónomas participarán en acciones en la calle que reivindicarán la Educación Transformadora para la ciudadanía global (ETCG) como la herramienta crucial para combatir la discriminación en el ámbito escolar.

Según destaca la Campaña Mundial por la Educación (CME) en un comunicado, en la última década los discursos de odio se han extendido más rápido y más lejos que nunca como resultado del crecimiento de la desinformación en las redes sociales y el aumento de la polarización y el populismo, hecho que ha motivado a que la 21ª SAME se centre en combatir la proliferación de discursos de odio en las aulas.

Para la Campaña –que es una coalición internacional formada por ONGs, sindicatos del entorno educativo, centros escolares y movimientos sociales — este proceso socioeducativo es «crucial» en un momento donde solo un 7% del alumnado en los países de la OCDE alcanza un nivel de competencia suficiente para discernir entre hecho y opinión, según los últimos resultados del informe PISA.

«La Educación Transformadora para la Ciudadanía Global permite que el alumnado de todas las edades tome decisiones informadas, a la vez que detecta las causas y mitiga las consecuencias de los discursos de odio en el ámbito educativo», señala la coordinadora de la CME en España Mariluz Aparicio.

Para conocer de primera mano la situación dentro de las escuelas, la CME ha realizado una encuesta al profesorado en la que han participado más de 140 educadores de 13 Comunidades Autónomas.

En palabras de Aparicio, «la gran cantidad de respuestas y su extensión y profundidad demuestran la necesidad que tiene el personal docente de compartir sus experiencias relacionadas con los discursos de odio dentro del aula».

Por ello se busca fomentar una educación que dote a toda la comunidad educativa para que sea capaz de examinar, cuestionar y cambiar las construcciones sociales y culturales negativas. Según se indica, la atmósfera de animadversión actual, que llega a impregnar el día a día en las escuelas, es una de las principales inquietudes del profesorado.

«Nos preocupa la naturalidad con la que están asumidos muchos discursos de odio y la poca empatía muestra el alumnado hacia el daño que puede causar sus comentarios. Aún así, suele haber dos grupos muy marcados de alumnado, están aquellos que descartan directamente ese tipo de discurso y aquellos que los repiten sin reflexionar sobre sus palabras y el efecto que tienen en los demás», apunta María, docente de Pamplona.

Con las conclusiones de la encuesta y los testimonios del profesorado, quienes «son testigos del creciente clima de tensión», la CME ha solicitado al Gobierno una serie de peticiones y a las administraciones públicas con el fin de prevenir, detectar y eliminar los discursos de odio en las aulas.

Estas se refieren a diferentes demandas que incluyen desde impulsar nuevas estrategias y planes para evitar cualquier tipo de discriminación a revisar los procedimientos burocráticos ya existentes, pasando también por incluir materias relacionadas con la educación antirracista, entre otras reclamaciones.

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