La Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA) ha acogido con satisfacción la propuesta de la Comisión Europea de revisar la Directiva sobre Sistemas Inteligentes de Transporte (STI), aunque ha afirmado que debería abordar una serie de cuestiones de seguridad vial y garantizar la coherencia con otras políticas de la Unión Europea que dependen de la comunicación por radio a lo largo de la red de carreteras europea.
La Directiva sobre Sistemas Inteligentes de Transporte, aprobada hace diez años, fue concebida como marco para acelerar y coordinar el despliegue y el uso de los STI en el transporte por carretera.
Sin embargo, la asociación ha señalado que tiene una serie de limitaciones, en lo que respecta a interoperabilidad; continuidad de los servicios; cooperación entre las partes interesadas, y la disponibilidad y el intercambio de datos en apoyo de los servicios de STI.
En este contexto, la organización se ha mostrado preocupada por la capacidad de la Comisión para adoptar legislación secundaria, así como el aumento de las obligaciones para los proveedores de servicios STI.
«Lamentablemente, esto no se traduce en una mayor participación de los proveedores de servicios de STI en la toma de decisiones, algo que consideramos esencial para la eficacia de los servicios de STI», ha señalado.
Así, ACEA, en un escrito sobre su posición al respecto, ha recomendado que la Directiva incluya definir un plan para centralizar el intercambio de datos entre los puntos de acceso nacionales (NAP), así como, completar la creación de estos puntos y unificarlos.
De la misma forma, la asociación aboga por establecer un plan de acción para la adopción de especificaciones de STI en consulta con los proveedores de servicios de STI, con un calendario para la adopción de las acciones pertinentes.
También apuestan por incluir una definición clara de las situaciones de emergencia que justifican la adopción de medidas provisionales e introducir controles y equilibrios en los poderes de emergencia de la Comisión, incluyendo un plazo de seis meses para las medidas provisionales adoptadas, y la consulta a los proveedores de servicios de STI antes y durante el periodo de emergencia.
ACEA estima que se debería dar prioridad al despliegue de servicios «esenciales» y ofrecer garantías básicas a los proveedores de servicios de STI que deban compartir datos con los NAP.
Igualmente, la asociación europea cree que se deben revisar las especificaciones de eCall para reflejar la necesidad de cambiar esta tecnología de próxima generación y garantizar la continuidad del servicio durante el periodo de transición.
Y por último, recalca la importancia de implicar a los proveedores de servicios de STI en todas las actividades de manera oportuna y significativa, incluyendo el Comité de STI de la UE. Además, de consultar y hacer participar a este órgano en el desarrollo del plan de acción y en la adopción de toda la legislación secundaria.