La Junta de Castilla y León ha decidido adelantar a las 20.00 horas el toque de queda, confinar perimetralmente todas las provincias y limitar a cuatro personas las reuniones en domicilios como medidas para intentar paliar el nivel de contagios de esta tercera ola de Covid-19 que ha llevado a una situación de «extrema gravedad».
Así lo ha anunciado el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien ha detallado las medidas acordadas tras informar de su decisión en la tarde de este jueves a los diferentes grupos parlamentarios y esta misma mañana a los alcaldes y presidentes de diputación con el fin de homogeneizar todas las acciones y contar con su colaboración en la puesta en marcha de las mismas.
La decisión se ha adoptado con el objetivo de reducir el nivel de contagios que actualmente registran una subida «en pared» similar a que tuvo lugar en marzo. Así, con estas acciones se prevé reducir la movilidad, el contacto social y la actividad no esencial.
Estas nuevas restricciones se suman a las que ya se pusieron en marcha en el Consejo de Gobierno extraordinario celebrado el pasado martes y que pasan por el cierre en el interior de los establecimientos hosteleros, la clausura de gimnasios, centros comerciales y salas de apuestas, además del cierre perimetral de la Comunidad.
A las nuevas medidas, que entrarán en vigor mañana sábado 16 de enero a las 20.00 horas, se suma también la reducción de aforos en los lugares de culto a un tercio con un máximo de 25 personas.
Igea ha insistido en que estas acciones la Comunidad llega «al límite» de las competencias que otorga el Estado de Alarma a las autonomías con el fin de paliar el nivel de contagios. Así, ha insistido en la prohibición de moverse entre provincias salvo las excepciones que aparecen en el Decreto del Estado de Alarma, una limitación que se ha circunscrito a la provincia con el fin de garantizar los servicios esenciales a los municipios más pequeños.
Del mismo modo, pese a recomendar que se eviten las reuniones entre no convivientes en sitios cerrados, la Junta ha limitado a cuatro los encuentros de personas dentro de domicilios porque «no puede ir más allá», ya que una restricción mayor generaría dificultades legales.
También se ha llevado al límite el ‘toque de queda’ que se ha fijado a las 20.00 horas dentro de la interpretación del Decreto del Estado de Alarma en el que se abre la posibilidad a las autonomías de establecer su horario nocturno, lo que la Junta señala «después del ocaso».
En base a este argumento se adelanta a las 20.00 horas, lo que supone la prohibición de estar en la calle a partir de esta hora salvo excepciones reguladas en el Estado de Alarma entre las que se encuentra la actividad docente.
El vicepresidente de la Junta ha insistido en la colaboración de los alcaldes de los municipios de más de 20.000 habitantes y diputaciones, a quienes se les ha explicado la situación actual de la Comunidad que «obliga a tomar medidas restrictivas lo más intensas posibles intentando también mantener, en la medida de lo posible, una actividad económica que nos permita mantener la administración y el sistema de protección social».
«No podemos ir más allá ni de lo que decreta el Estado de Alarma ni del ordenamiento jurídico que afecta a derechos fundamentales», ha señalado Igea, quien ha garantizado que se han escuchado todas las aportaciones para salir de esta situación «con el mejor resultado posible y el menor daño».
Así, ha considerado que las medidas que hoy ha aprobado la Junta van en el «camino correcto» y ha advertido de que si estas acciones no hacen efecto en 15 días «el confinamiento será inevitable» dado «el crecimiento vertical de la incidencia».
Por último, Igea ha asegurado que la Junta se ha puesto en contacto con la Delegación del Gobierno para dar a conocer el conjunto de medidas que entran en vigor mañana con el fin de contar con su respaldo para garantizar el cumplimiento de las mismas.