El FC Barcelona superó (3-5) al Granada en el Nuevo Los Cármenes y se clasificó para semifinales de la Copa del Rey, después de ir 2-0 abajo y forzar la prórroga con goles en el 88′ y el 92′, encontrando la pegada con la que derribar la fe del rival.
Los de Ronald Koeman cumplieron con su condición de favorito en el torneo del K.O, pero tuvieron que sufrir y mucho, en especial por culpa del meta rival Aarón, de los postes y de un Granada que castigó dos errores de Umtiti. Con 2-0, el Barça fue incapaz de ver puerta hasta los últimos instantes, por medio de Griezmann y Alba.
El rey de Copas salió vivo casi de milagro, pero no bajó los brazos y peleó para quedarse una gran noche que le refuerza en la línea positiva de los últimos partidos. Los de Diego Martínez, ese equipo que a base de trabajo y entrega se supera cada semana, no entró bien al partido pero golpearon a la media hora por medio de Kenedy. En la reanudación, Soldado hizo el segundo.
Los de Koeman se aferraron a su condición de favorito a ganar esta Copa y, aunque no en tromba, sí encontraron las ocasiones. Los de Ronald Koeman saborearon el gol en varias ocasiones, pero siempre apareció un camiseta roja y blanca más para sacar de la boca visitante esa tajada. De inicio, el Barça metió atrás al Granada.
Messi perdonó, la autopista de Alba estuvo libre y Pedri volvía a ser líder, tras unos partidos más mortales. Griezmann también la tuvo en un guion muy azulgrana, aunque la primera salida del Granada fue clara, con un remate de Puertas desviado. Así salió de la cueva y con poco más llegó el 1-0 de Kenedy a la media hora.
Los de Diego Martínez, siempre sabedores de dónde apretar, presionaron a Umtiti en línea de fondo, recuperó Soro y gol. El golpe tuvo su réplica en la reanudación, un pase en largo a Soldado que el central francés vio tarde. Una nueva lesión de Sergi Roberto alimentó la tragedia de un Barça que volvió a asomarse en el 60′. De nuevo Messi se encontró con Aarón y Trincao con el larguero.
La madera también las tuvo con Dembélé y con Messi, incluso con Griezmann en el 1-2. Ahí, el balón tocó en el portero y se fue para dentro. Fue como una imagen del cambio de tercio. La suerte parecía sonreír a un Barça que a partir de ahí haría cinco goles en 25 minutos. El galo hizo bueno su tanto asistiendo poco después a Alba para forzar la prórroga de cabeza dentro del área, aunque Luis Suárez tuvo la contra para hacer el 3-2.
Al frente de las operaciones, Messi. El argentino se encargó de repartir juego, de bajar a recibir y encontrar soluciones. En la prórroga, Griezmann volvió a aparecer, en conexión con Alba, pero su cabezazo lo respondió el Granada con un riguroso penalti. El Barça siguió volcado hasta que De Jong apareció con la caña y Alba rubricó el billete a semifinales, en una despedida honrosa del Granada.