Al menos 110 palestinos han muerto este martes de madrugada tras una serie de nuevos bombardeos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra las ciudades de Jan Yunis y Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, y contra otros objetivos en el resto de la zona.
Los ataques contra viviendas y una gasolinera en Jan Yunis han dejado hasta ahora 23 fallecidos y 80 heridos, según ha informado la agencia de noticias palestina Wafa.
En Rafá, ya son 30 los muertos y decenas los heridos después de que el Ejército israelí bombardease edificios residenciales. Las autoridades aún se encuentran realizando operaciones de rescate.
Además, en la ciudad de Gaza ha muerto el periodista palestino Mohamed Imad Labad tras un ataque de Israel contra un lugar cercano a su casa en el barrio de Sheij Radwan, lo que deja en 20 el número de periodistas fallecidos desde el inicio de la guerra el 7 de octubre.
El resto de muertes han tenido lugar junto al hospital de Al Aqsa, en Yabalia (norte), y en el campamento de refugiados de Al Bureij, en el centro.
Estos bombardeos por todo el territorio gazatí se siguen produciendo a pesar de que el Ejército de Israel ha pedido en numerosas ocasiones a la población palestina a abandonar los territorios del norte y desplazarse hacia el sur.
Poco después, el diario palestino ‘Filastin’, vinculado al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), ha anunciado la recuperación de dos cuerpos entre los escombros de Jan Yunis y de otros tres en Rafá.
Las FDI han notificado hasta 400 ataques contra «objetivos militares» durante las últimas 24 horas en la Franja de Gaza en los que han eliminado al subcomandante del batallón Nuseirat, al subcomandante del batallón Shati y al subcomandante del batallón Alfurqan, todos ellos miembros de Hamás.
«Durante la última jornada, aviones de combate han atacado decenas de infraestructuras y diversos puntos de reunión de la organización terrorista Hamás en los barrios de Sajaiya, Shati, Yabalia, Darj Tafá y Zaitún (…) Un avión de las FDI ha atacado un túnel operativo utilizado por la organización terrorista Hamás (…) y puntos de reunión (…) dentro de mezquitas», han agregado las FDI en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
LA SITUACIÓN HUMANITARIA ES «CATASTRÓFICA»
Previamente, el Ministerio de Salud palestino en la Franja de Gaza había informado de que el sistema sanitario del enclave «ha llegado a la peor etapa de su historia», una situación derivada del bloqueo impuesto por Israel, que está agotando los recursos de los hospitales, incluidas sus reservas de combustible, por lo que eventualmente se quedarán sin energía, y a la saturación de sus instalaciones debido al alto número de muertos y de heridos.
Según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el hospital de Shifa, el mayor de la Franja, se encuentra atendiendo a unos 5.000 pacientes cuando su capacidad es de 700. Además, acoge a unos 45.000 desplazados internos.
Desde el inicio de la guerra han tenido que cerrar doce hospitales y 46 clínicas de atención primaria por los daños sufridos en bombardeos o por falta de electricidad y de suministros.
Este bloqueo ha provocado también una falta de acceso al agua potable en la región, que ha visto su suministro caer en un 20 por ciento desde el 22 de octubre debido al cierre de numerosas tuberías por parte de Israel, según informaciones de la OCHA.
El organismo considera que la entrada de 20 nuevos camiones con alimentos, agua y suministros médicos desde Egipto a través del paso de Rafá no es suficiente, y que supone tan solo el 4 por ciento del volumen medio diario de productos básicos que entraban en el enclave antes del inicio de las hostilidades.
Asimismo, la OCHA se ha quejado de que estos envíos de ayuda no han incluido combustible, algo «desesperadamente» necesitado para el abastecimiento de hospitales y de instalaciones de agua.
Por su parte, la portavoz del Programa Mundial de los Alimentos, Alia Zaki, ha declarado durante una entrevista con Noticias ONU que las condiciones son «catastróficas». «En estos momentos la situación ya es catastrófica. Estamos ante personas que desde hace 16 días no tienen acceso a los servicios esenciales. Se están quedando sin alimentos y sin agua. Sin combustible, los hospitales no podrán funcionar y las panaderías tampoco», ha añadido.
Los ataques del Ejército de Israel contra Gaza tras el ataque de Hamás han dejado más de 5.000 palestinos muertos –entre ellos más de 2.000 niños– y alrededor de 15.200 heridos. Además, en torno a 1,4 millones de palestinos se han visto desplazados, de acuerdo con la última evaluación de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).