El tenista español Carlos Alcaraz se impuso (6-3, 6-7, 6-7, 7-5 y 6-3) esta madrugada al italiano Jannik Sinner, rival al que no había vencido todavía en 2022, tirando de épica en un duelo de altos vuelos y que le permite acceder por primera vez en su carrera a las semifinales de un ‘Grand Slam’.
Alcaraz supo resistir los envites del italiano en lo que fue una oda al tenis de más de cinco horas de juego y la confirmanción de dos tenistas que están llamados a dominar el futuro. El español se sobrepuso una vez más a sus fantasmas en la Arthur Ashe y salvó una bola de partido en el cuarto set, para después remontar un ‘break’ en la manga decisiva, demostrando de nuevo su talento y resistencia mental y física.
Sinner comenzó algo desconcentrado el encuentro, cometiendo tres dobles faltas en su primer juego con servicio. Esto lo aprovechó Alcaraz, que entró al importante duelo consciente de todo lo que había en juego y conectando golpes muy duros y precisos, mientras el italiano iba creciendo poco a poco en el partido. No obstante, la superioridad del murciano fue muy clara en esta primera manga que acabaría cerrando en 50 minutos por 6-3.
En el segundo set, Sinner continuó su progresión y rompió el saque del español en el tercer juego, una ventaja que mantuvo hasta el décimo, cuando Alcaraz tiro de fortaleza mental y recuperó el ‘break’. Llegó a tener cuatro bolas de set antes del ‘tie-break’, cuando también gozó de otra, pero finalmente cayó del lado de Sinner, que igualaba el marcador.
Fue en ese ‘tie-break’ cuando Alcaraz completó el golpe del torneo, enloqueciendo a la Arthur Ashe después de golpear una bola por detrás de la espalda para después llevarse el punto gracias a otro golpe ganador con Sinner en la red.
Ya en el tercer set, Sinner comenzó adjudicándose su saque y asegurándose una bola de ‘break’, pero el español volvió a tener la enésima reacción de campeón, apretando los dientes y negándose a dejar su servicio tan pronto. De ganador en ganador, el murciano consiguió quebrar el saque del italiano y sacó con 6-5 por esa tercera manga. Pero entonces resurgió Sinner, que demostró que no tiraría la toalla tan pronto y forzó un desempate que ganó en blanco, poniendo una importante ventaja sobre el español.
El italiano estuvo cerca de cerrar la victoria en la cuarta manga, ya que llegó a sacar para cerrar el set y el encuentro con 5-4, incluso con bola de partido. Ahí apareció la épica de Alcaraz que se agarró a sus opciones como pudo, en su versión más salvaje de supervivencia a base de ganadores inverosímiles, para adjudicarse ese cuarto set.
El partido, el que más tarde ha terminado en la historia del US Open, merecía una quinta manga en la que ninguno de los dos tenistas aflojó el pistón. Hubo intercambio de ‘breaks’ en el inicio, aunque el que fue decisivo no llegó hasta el octavo juego. Ya con 5-3 y servicio para Alcaraz, este no titubeó y cerró un épico y heroico encuentro que entra directo en la historia del torneo.
Alcaraz se convierte así, con 19 años, en el semifinalista de ‘Grand Slam’ más joven desde Nadal, y mantiene sus esperanzas de conquistar su primer ‘Grande’ y convertirse en el número uno más joven de toda la historia.
«Honestamente, todavía no sé cómo lo hice», confesó Alcaraz. «Tienes que creer en ti mismo, y yo he creído en mi juego. Fue realmente difícil cerrar el partido. Traté de mantener la calma, pero es difícil en ese momento», añadió el murciano, que se medirá a Tiafoe, verdugo de Nadal, en semifinales.
SWIATEK NO FALLA Y YA ESTÁ EN SEMIS
En el cuadro femenino, la polaca Iga Swiatek sigue en su camino hacia su segundo título de ‘Grand Slam’ de la temporada después de vencer a Jessica Pegula en los cuartos del US Open (6-3 y 7-6(4)) y avanzar a semifinales.
La número uno del mundo y campeona de Roland Garros mantuvo el nivel mostrado durante toda la temporada para deshacerse de su rival en menos de dos horas de partido. Ambas tenistas tuvieron problemas para mantener el servicio y Swiatek sufrió dos roturas, pero superó el desempate final y se verá las caras con Aryna Sabalenka este jueves para luchar por un puesto en la final del torneo neoyorkino.