Ana Obregón se sentó el pasado viernes en el plató de ‘¡De Viernes!’ y, a diferencia de otras entrevistas, en esta ocasión dejó entrever que Alessandro Lequio ya conocería a la pequeña Ana Sandra. A pesar de que no quiso responder claramente por «el respeto a su intimidad» que quiere el padre de su hijo Aless, su sonrisa ante la pregunta de si abuelo y nieta ya se habrían visto y tendrían contacto fue una confirmación para muchos.
Además, la bióloga se defendió de las críticas porque la niña fuese concebida a través de gestación subrogada con semen congelado de su hijo, y reveló que fue el propio Lequio el que le dio la idea para cumplir con la última voluntad que Aless les pidió a ambos antes de fallecer.
Declaraciones sobre las que le han preguntado hoy al tertuliano en su cita diaria con ‘Vamos a ver’. Muy serio y sin ocultar su hartazgo con el interés que existe por saber si tiene contacto con Ana Sandra, ha dejado claro que no quiere que le vuelvan a preguntar por este tema: «A ver como lo digo. Mi sentido del ridículo tiene un límite porque tener que responder una vez más a lo mismo hace que me sienta estúpido, de verdad» ha reconocido.
«La gente parece que no se da cuenta, pero cuando una persona sufre un gran duelo en la vida, el dolor no desaparece. Aprendes a convivir con él, pero no desaparece» ha confesado refiriéndose al fallecimiento de Aless, asegurando con contudencia que «he dicho que no quiero hablar de nada que tenga que ver con mi hijo desde el primer día y eso lo voy a hacer. «No voy a hablar de nada que tenga que ver con mi hijo. Lo siento. Yo no soy responsable de lo que haga Ana» se ha plantado.
Una tajante respuesta para zanjar las preguntas relacionadas tanto con Aless como con su nieta, tras la que sí ha querido puntualizar algo. Y es que Obregón no ha donado 100.000 euros por los derechos de autor de su libro a la Fundación Aless Lequio, sino exactamente 127.000.