Amaia Romero (Pamplona, 1999) publica su esperado segundo álbum ‘Cuando no sé quién soy’ (Universal), un disco en el que continúa buscándose a la vez que demuestra su crecimiento y sigue haciendo lo que quiere, tanto en su estilo como en sus letras.
«La gente se toma muy en serio todo lo que se dice en las letras y en las canciones», lamenta, en una entrevista concedida a Europa Press, y defiende, que cada uno haga lo que quiera: «Se puede utilizar el humor, hacer canciones para divertirse, las canciones no tienen por qué tener un significado súper profundo».
Precisamente, recuerda las recientes críticas por sus letras a canciones de Rosalía o Chanel, quien representa a España en Eurovisión 2022, una experiencia que Amaia vivió en 2018 y que no repetiría pese a la nueva apuesta por el festival con la preselección española en el Benidorm Fest. «Para mi Eurovisión ya pasó», sentencia, para aseverar que cree que en esta edición a Chanel le puede «ir muy bien» porque «lo hace increíble».
Amaia tiene «cada vez más claro» lo que quiere y con lo que se siente «cómoda y representada», y así lo presenta en su nuevo álbum, que, al mismo tiempo, demuestra su proceso de crecimiento y búsqueda, algo que «no termina nunca».
«Siento que he cambiado mucho, ha sido el tiempo de mi vida en el que más he crecido», subraya respecto al período entre este y su anterior trabajo. Con «más seguridad y confianza» sobre su figura, se decanta por «probar sonidos nuevos» porque «es la clave para seguir evolucionando».
«Quiero probar cosas nuevas e ir retándome a mí misma», dice, un paso que ya da en este disco de nuevos sonidos pop que ella misma ha producido junto a Alizzz. «Podría probar con el reggaeton, pero lo haría a mi manera», dice al respecto con vistas al futuro.
‘Bienvenidos al show’ abre el álbum de la pamplonica con declaraciones como «quiero ser lo que se espera de mí y seguir siendo yo a la vez». Alude a esa presión que ha sentido por todo lo que se esperaba de ella tras su repentino salto a la fama al vencer en Operación Triunfo 2017. Todavía la siente «un poco», aunque ahora va por «temporadas».
«Sí que hay momentos en los que opiniones externas o de terceras personas me influencian un poco y me hacen tener más inseguridades, pero creo que sé como cortar con eso, vencerlo y superar eso», precisa.
CRITICA LAS COMPARACIONES
En su nuevo álbum, Amaia ha incluido también una de sus colaboraciones más esperadas, ‘La canción que no quiero cantarte’, con Aitana, de su promoción de OT –no «ve mucho» una colaboración con otros de su excompañeros por la diferencia de estilos–.
A Amaia y Aitana, amigas en el concurso, se las ha comparado desde que salieron de la academia, lo que la primera critica: «Es un problema de la sociedad, parece que si hay dos chicas de la misma edad que salen del mismo sitio ya tienen que ser rivales, no tienen ningún sentido». Asimismo, afea que hoy en día se hagan estas comparaciones mucho más entre artistas mujeres que entre hombres.
También habla Amaia en su nuevo trabajo de la dualidad de su edad, de los problemas de cualquier persona, de la juventud, una juventud que para ella es peculiar por la fama. Sin embargo, afirma «disfruta» de ella, aunque «de una forma diferente», y valora que todo lo que ha vivido le haya hecho «aprender mucho en muy poco tiempo».
Uno de los problemas de los jóvenes, que aborda en canciones como ‘La persona’, es la salud mental, un tema sobre el que la artista habla abiertamente por su experiencia. Desde el confinamiento realiza una terapia para ser «consciente» de todo lo que le sucede y «conectar consigo misma» y «con el presente».
Igualmente, le ayuda a gestionar todo los estímulos que le vienen por espacios como las redes sociales, donde recibe críticas que por lo general no le suelen afectar «mucho», aunque sí cuando su madre o la gente que le importa lo ve, cuenta. «Si hay una opinión que es muy global y que yo puedo estar incluso de acuerdo, ahí sí que me genera ansiedad o me da un poco de rabia», confiesa.
Por otro lado, señala que se llega a «agobiar» al pensar en la cantidad de gente que la sigue, «en que no puede meter la pata», pero trabaja para ver eso como algo positivo: «Al final es muy positivo que haya tanta gente a la que puedo inspirarle y voy a intentar hacerlo lo mejor posible».
Con el lanzamiento de su álbum este 13 de mayo, se muestras satisfecha con lo que hace, si bien son muchos los «sueños» que le quedan por cumplir pese al éxito que parece cosechar. «Tengo un montón de sueños, que me cierren el PortAventura un día para mí sola y mis amigos, y mantener una vida sana y tranquila», apostilla entre risas.
Entre esos sueños también se encuentra visitar Japón y la ciudad japonesa de Yamaguchi, donde le han dedicado una placa con su fotografía después de conocer que la artista nombró así a una de sus canciones –incluida en el nuevo disco–, en referencia al nombre de un parque japonés de Pamplona. «Es muy fuerte, me parece increíble tener una placa en Japón», manifiesta sorprendida sobre lo conseguido por una canción sobre el parque en el que dio uno de sus primeros besos.