God of War: Ragnarok acaba de llegar hasta PlayStation 4 y PlayStation 5. La obra culmen de Santa Monica Studio llega para poner una guinda al pastel de Kratos. Es una aventura continuista con respecto al God of War que nos encontramos allá por 2018. Sin embargo tiene la historia el suficiente empaque para que pase desapercibida la carencia de revolucionarias novedades. Vamos a acompañar al Dios de la guerra y su hijo en una batalla épica en el imaginario de los dioses vikingos.
Kratos y Atreus comienzan este God of War: Ragnarok tras tres años desde su pasada aventura. Si no has jugado al anterior título, deberías hacerlo. Y es que esta entrega es una secuela directa de lo sucedido anteriormente. La historia nos parece increíblemente buena, por eso mismo, no os vamos a desvelar nada más. Todo continúa tras los hechos que se pueden rememorar en un vídeo resumen en el menú principal. Pero repetimos, os recomendamos jugar la primera parte encarecidamente antes de hincarle el diente a la segunda.
God of War: Ragnarok es impresionante
Algo que nos ha llamado mucho la atención de God of War: Ragnarok es que la historia se trata en tercera persona. Esto quiere decir que nosotros no somos Kratos o Atreus. Nosotros somos nosotros y solo los controlamos en los momentos de combate. Pero la historia está narrada para que seamos protagonistas en primera fila de lo que les pasa a ellos 2. La cámara en todo momento nos posiciona en el lugar más interesante de los hechos.
Pero repetimos, es a Kratos y a Atreus a quienes les está sucediendo todo. Esta magia de ver todo en primera fila pero sin que seamos nosotros mismos los protagonistas es llevado gracias a la magnífica utilización de la cámara. Es una maravilla cómo está llevada en este God of War: Ragnarok. Y esto lo destacamos porque no es que nos parezca una mala decisión, al contrario, nos ha gustado bastante. Y es algo muy difícil de conseguir. También refleja muy bien las relaciones interpersonales. Cuida todos los detalles entre los personajes, tanto cómo se tratan Kratos y Atreus y cómo se tratan con el resto de secundarios.
No hay un solo personaje plano en God of War: Ragnarok. De igual manera que el juego logra hacernos comprender que el protagonista es Kratos y no nosotros, logra sacarnos los sentimientos. Incluso tenemos que admitir que se nos ha saltado alguna lágrima que otra por hechos que acontecen. Hasta eso hace bien este nuevo God of War. En cuanto al combate, este título sigue con su jugabilidad que hemos tenido el atrevimiento de llamar Souls light.
Cuida mucho todos los detalles
God of War: Ragnarok sigue dejando de lado el Beat’em Up y nos mete en combates más tranquilos. Vamos a repartir mucha estopa con el hacha, las espadas y todos los poderes y habilidades de Kratos. Vamos a poder infundir las armas de habilidades elementales para hacer más daño a los enemigos. La movilidad se ha mejorado bastante y no seremos un personaje tan tosco como en el juego anterior. Se ha pulido bastante la parte de movimientos y de dar golpes y hacer combos.
Las posibilidades en combate de God of War: Ragnarok han aumentado exponencialmente. Incluso podremos usar habilidades, bloqueos y numerosos elementos contra los enemigos. Y en cuanto a enemigos y jefes grandes este título va sobrado. Sin duda esa era una de las grandes bazas de la etapa del Olimpo de Kratos. Aquí el estudio ha aumentado la cantidad y variedad de enemigos. Vas a sudar tinta para acabar con algunos de ellos. Y vas a alucinar con el tamaño de otros.
Es cierto que quizás los combates corta algo la experiencia narrativa. Quizás es el punto negativo que podemos achacar a una obra maestra. Sin embargo, God of War: Ragnarok también apuesta por la exploración. Podremos ir en busca de rincones escondidos a encontrar objetos. También habrá puzles interesantes que resolver. Al final le da una variedad al título que se agradece. En ningún momento nos vamos a aburrir de Kratos y Atreus. Es un título bastante fresco que va ofreciendo retos nuevos.
Lucha y exploración
A lo largo de la aventura de God of War: Ragnarok vamos a visitar una gran variedad de escenarios. A cada momento encontraremos un nuevo entorno que nos enganchará para buscar más. Y sin duda vamos a tener un montón de objetivos secundarios. Si queremos ponernos a hacer misiones secundarias, siempre tendremos algo que hacer. No es todo ya el seguir en la historia principal. Esta nueva historia de Kratos se nos ha hecho hasta corta, a pesar de que le hemos dedicado más de 30 horas.
A nivel gráfico tenemos que decir que God of War: Ragnarok es sobresaliente. El movimiento de la cámara, el diseño artístico, la recreación de las expresiones faciales… Todo es superlativo en calidad. Se nota que hay mucho dinero invertido en que salga bien todo y se nota el cariño tanto del estudio como de Sony con Kratos. Es un personaje estrella y se nota que lo tiene bien mimado. También destacar la bestial BSO y el impresionante doblaje al español. Cuando las cosas se hacen con calidad, se nota. Y este nuevo God of War está muy cuidado.
Kratos es uno de los personajes estrellas de Sony y PlayStation. Ha recorrido Grecia y ahora continúa su viaje en la mitología nórdica. Se ha hecho muy bien esa conversión y God of War de 2018 encantó al mundo. Ahora llega la segunda parte de esa historia con un Kratos más mayor, un Atreus que busca conocerse y una historia apasionante. Este quizás va a ser el GOTY de 2022. Y si tienes una PlayStation 4 o PS5 no te lo puedes perder, es el Must Have y uno de los mejores juegos, por no decir el mejor, de este año.