Análisis Humankind – Lleva a tu civilización hasta la cumbre

Nacho Pérez

Humankind se mete de lleno en un terreno dominado por un juego icónico. El de llevar a una civilización desde su nacimiento hasta controlar el mundo. Amplitud Studios de la mano de Sega y Koch Media nos traen esta sorpresa que nos ha encantado. Un título de estrategia y gestión que te hará sudar de lo lindo para mantener a tu civilización en pie a lo largo de la historia.

Civilization pone las piedras en donde Humankind se sostiene. Pero no es un título como el creado por Sid Meier. Tiene algunas partes en común pero bastantes diferencias que lo hacen muy apetecible. Y es que, cuando se comienza a jugar, parece bastante igual. Pero a medida que vas avanzando en la partida, las diferencias se van haciendo más evidentes. No vamos a decir si uno es mejor que el otro, pero si que diremos que son diferentes en su esencia.

Todo comienza en los albores de la humanidad. En Humankind comienzas siendo un pueblo errante que debe ir buscando un lugar en donde establecerse. Aquí no eliges civilización, eres un grupo de personas que va vagando por la tierra como nuestros antepasados más lejanos. A medida que van pasando los años, tendrás la oportunidad de establecerte como una cultura. Todo esto tras haber escogido entre una gran cantidad de opciones de configuración. Así pues, tenemos un juego en el que prácticamente no vamos a echar una partida igual a otra.

Humankind: Dirige tu civilización

Tras haber escogido entre alguna de las civilizaciones primarias de la tierra, deberemos crear nuestra primera ciudad. Tendremos varias opciones para elegir como fenicios, nubios, babilonios, asirios… Esto hará que escojamos una de las sendas para este título a la hora de desarrollarnos. Bien es verdad que es variable y que podremos hacer a civilizaciones que eran bélicas, más filosóficas, pero sí que en Humankind seguiremos una senda algo marcada.

Cada civilización tiene una serie de habilidades y mejoras que son distintas entre ellas. Así pues, a la hora de seleccionar a uno de los pueblos, nos iremos orientando hacia una estrategia de partida. Podremos ser más hegemónicas militarmente, o tener más influencia cultural o religiosa. Eso ya lo irás decidiendo tú. Así pues nos tocará ir avanzando, mejorando, descubriendo tecnología y defendiéndonos de nuestros vecinos que, en cualquier momento, pueden venir a por nosotros.

Otra de las diferencias es que hay que tener un control a la hora de tener ciudades. Es decir, vas a poder tener dos ciudades al comienzo. Si decides conquistar a otras civilizaciones, es probable que tengas exceso de población. Te tocará liberar ciudades para que sean autónomas. De lo contrario, vas a tener problemas de fidelidad con ellas. Y es que, si las descuidas, van a independizarse de tu pueblo a la mínima que puedan. Posteriormente podrás elegir otras culturas y otros pueblos más avanzados. Esto sucederá en cada cambio de época.

Los menús de Humankind son bastante intuitivos y vas a encontrar rápidamente las opciones en un clic. Y todo para ayudarnos a conseguir el mayor reconocimiento de fama posible. Cada acción que hagamos, ya sea militar, cultural o religiosa nos aportará fama. Con esa fama podremos conseguir el objetivo principal del juego, que es la dominación total de las demás civilizaciones. Y contamos con la influencia y el oro.

Estrategia y gestión para dominar el mundo

Y para ello, tendremos que tener felices a los ciudadanos de las ciudades. Pero no todo son ciudades. También podremos crear puestos de control, con ellos, tendremos sometidos ciertos territorios. Y esto sirve para conseguir recursos y hacer todo tipo de unidades que nos defiendan o ataquen al que nos quiera echar de ese puesto. Aparte de tecnología, también podremos ir decidiendo sobre ciertos pilares de tu civilización como leyes o religión. También deberás controlar la diplomacia, que al fin y al cabo, será algo fundamental para poder seguir vivo un turno más.

Habrá que pelear en batallas y derrotar a civilizaciones que se ponen en armas contra nosotros. La diplomacia es muy variable y puede que seamos amigos de un pueblo y en un tiempo, por alguna disputa territorial, nos tengamos que batir en duelo contra ellos. Podremos pelear de forma manual colocando nuestras unidades como si fuera un tablero o dejar que sea automática la definición de la batalla.

A nivel gráfico, el juego rinde a muy buen nivel. Quizás no es el título con mejores modelados, tampoco lo necesita. Tiene lo justo para que se pueda ver bien el mapa, las ciudades, los recursos y los enemigos. Humankind es colorido y tiene su propia personalidad. En cuanto a la parte sonora, cumple bastante bien.

Sin duda que Humankind llega plantando cara a los grandes del género. Llega como si fuera una especie de copia de Civilization pero rápidamente te das cuenta de que esto es otra cosa. Una gran parte estratégica que te permite llevar partidas de todo tipo. Desde guerreras hasta pacíficas o con firmas de acuerdos continuas. Si quieres hacerte con un título que te permita revivir lo del “un turno más y lo dejo”, Humankind es tu apuesta ganadora.

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