Los niños cuyos padres estuvieron expuestos a la radiación del accidente de la central nuclear de Chernóbil en 1986 no presentaban un exceso de mutaciones en la línea germinal, según muestra un nuevo estudio de secuenciación del genoma completo publicada en la revista ‘Science’ por un equipo internacional de investigadores de Estados Unidos, Ucrania, Reino Unido y Japón.
«Se trata de uno de los primeros estudios que evalúan sistemáticamente las alteraciones de las tasas de mutación en humanos en respuesta a una catástrofe provocada por el hombre, como la exposición accidental a la radiación», afirman los autores.
Los efectos de la exposición a la radiación del accidente nuclear de Chernóbil, ocurrido en una central de Ucrania en abril de 1986, siguen siendo un tema de interés.
Hasta la fecha, se han realizado varios estudios que examinan los riesgos transgeneracionales de la exposición a la radiación por sucesos como éste, pero los resultados no han sido concluyentes.
Además, no se ha llevado a cabo ningún estudio exhaustivo sobre las mutaciones germinales de novo en todo el genoma de los niños nacidos de padres expuestos a cantidades moderadamente elevadas de radiación ionizante, a pesar de que los posibles efectos genéticos de este tipo de sucesos siguen siendo una preocupación para las poblaciones expuestas a la radiación, como los evacuados de Fukushima.
Para examinar si las tasas de mutaciones de novo en la línea germinal son elevadas en los niños nacidos de padres expuestos a la radiación ionizante,
Los investigadores analizaron los genomas de 130 niños y padres de familias en las que uno o ambos progenitores habían experimentado una exposición a la radiación gonadal relacionada con el accidente de Chernóbil y en las que los niños fueron concebidos después del accidente, y nacieron entre 1987 y 2002.
No encontraron un aumento de nuevas mutaciones en la línea germinal en esta población. La incidencia de mutaciones de novo en la línea germinal era comparable a la registrada en la población general, afirman. «Nuestro estudio no apoya un efecto transgeneracional de la radiación ionizante sobre el ADN de la línea germinal en los seres humanos», concluyen.
En un segundo estudio que examina los efectos de la lluvia radiactiva en los supervivientes del accidente nuclear de Chernóbil, los investigadores aportan más datos sobre el proceso de los cánceres papilares de tiroides inducidos por la radiación, uno de los cánceres más frecuentes observados tras el suceso de Chernóbil.
«Estos resultados amplían sustancialmente los informes preliminares sobre las características de los tumores humanos relacionados con la radiación al integrar datos de múltiples plataformas con un gran tamaño de muestra y datos detallados sobre la dosis de radiación», afirman los autores.
La exposición a la lluvia radiactiva aumenta el riesgo de cáncer, en particular el carcinoma papilar de tiroides (CPT). Sin embargo, aún se carece de un conocimiento molecular detallado de estos tumores, y no existen marcadores establecidos de los cánceres inducidos por la radiación.
Analizaron los tumores de tiroides, el tejido tiroideo normal y la sangre de cientos de supervivientes del accidente nuclear de Chernóbil y los compararon con los de pacientes no expuestos.
Aunque no se identificó ningún biomarcador único relacionado con la radiación, los resultados revelan aumentos relacionados con la dosis de radiación en las roturas de doble cadena de ADN en los cánceres de tiroides humanos que se desarrollaron tras el accidente de Chernóbil.
Las alteraciones genómicas relacionadas con la radiación fueron más pronunciadas en las personas más jóvenes en el momento de la exposición, dicen los autores.
Sus resultados sugieren que el desarrollo de tumores de tiroides tras la exposición a la radiación es consecuencia de las roturas de doble cadena de ADN en el genoma. Los autores afirman que sus resultados tienen implicaciones para la protección contra la radiación y la salud pública, en particular para la exposición a dosis bajas.