El equipo de anestesiólogos del Hospital Universitario La Fe de Valencia han conseguido salvar la vida de una embarazada infectada por coronavirus, y a su hijo, utilizando el sistema de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés).
Se trata de un equipo de ventilación mecánica invasiva que permite realizar la función respiratoria y limpiar la sangre, mientras que los pulmones pueden permanecer menos activos. Hay muy pocos casos del uso de ECMO en mujeres embarazadas debido a que los cambios fisiológicos asociados al embarazo aumentan la susceptibilidad a sufrir infecciones respiratorias y a que estas sean de mayor gravedad.
Ianula Antonio, embarazada de 23 semanas, estuvo ingresada cerca de un mes en la Unidad de Anestesia y Reanimación del Hospital La Fe de Valencia, con ventilación asistida por ECMO durante 14 días debido a un síndrome respiratorio agudo (SDRA) por coronavirus. A su ingreso, y ante la ausencia de mejoría de la paciente con el uso inicial de métodos de ventilación mecánica no invasiva (VMNI), se decidió la colocación de ECMO.
Las exploraciones ginecológicas seriadas realizadas en la unidad de críticos no mostraron signos de sufrimiento fetal y, además, no hubo complicaciones hemorrágicas ni trombóticas durante el uso de la ECMO. «Este es un claro ejemplo de éxito, fruto del trabajo multidisciplinar de obstetras, pediatras, anestesiólogos y enfermería», ha explicado la jefa de servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital La Fe de Valencia y vicepresidenta primera de la sociedad científica SEDAR, Pilar Argente.
Asimismo, el jefe de Servicio de Obstetricia de La Fe, Alfredo Persales, ha detallado que la situación era de «riesgo extremo» por la gravedad de la enfermedad, las semanas de gestación (insuficientes para una viabilidad con garantías de salud) y porque no se podía poner a la paciente en posición boca abajo para que sus pulmones se recuperaran mejor.
Por todo ello, y en centros especializados que dispongan de experiencia, los expertos han asegurado que la ECMO debe considerarse como una terapia de rescate cuando las opciones de tratamiento convencional han fallado, con aparentes buenos resultados a nivel maternofetal.