Tras el presunto intento de asesinato del productor Josep María Mainat a manos de su mujer, ésta ha iniciado el proceso de divorcio y la disputa por la custodia de sus hijos.
Un mes y medio después del suceso, Mainat se refugió en su segunda residencia de Canet de Mar junto a sus 3 hijos con la intención de mantenerse alejado del foco mediático. La mujer se presentó en la casa con la intención de llevarse a los pequeños y Mainat se negó, momento en el que según la demanda de divorcio, recogida por La Vanguardia, Dobrowolski le agredió. La mujer afirma que ella también fue agredida durante el altercado.
Mainat reveló ante el juez que su mujer tiene un problema de grave de adición , por lo que no puede hacerse cargo de la custodia, tal y como explicaron sus abogados. Su problemas con las drogas llevaron a la mujer a finales de 2019 a su ingreso en una clínica de Barcelona para someterse a un tratamiento de desintoxicación. Dobrowolski fue expulsada del centro después de que los especialistas descubrieron que continuaba consumiendo a escondidas.
Según el ex de La Trinca, Dobrowolski también fingió un contagio por coronavirus para ausentarse de la vivienda familiar. Durante este tiempo vivió entre un piso alquilado en Barcelona con su nueva pareja y en una segunda residencia propiedad de Mainat en Gerona.
En abril, durante el confinamiento, se presentó en la casa de Barcelona y exigió llevarse a sus hijos, pero Mainat se negó. Volvió a intentarlo en mayo y lo consiguió, sin embargo el productor logró demostrar que una vez estaban con ella, los dejo en la casa bajo la supervisión de unos desconocidos.
“Ni siquiera cuando se llevaba a los niños estaba con ellos, sino que los dejaba con extraños infringiendo además las normas sanitarias y exponiendo a los niños a un contagio” señaló Mainat en su demanda.