El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha exigido este viernes que se desclasifique la autorización judicial del Tribunal Supremo que permitió que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) le espiara cuando era vicepresidente del Govern así como a cerca de una veintena de independentistas.
«Es imprescindible que se desclasifique la autorización judicial. Habrá suposiciones, veremos intentos de justificarlo e intoxicaciones de todo tipo. Pero para ejercer mi derecho de defensa, exijo que se desclasifique la autorización judicial y saber los motivos que les llevan a autorizar un espionaje a un adversario político», ha reclamado en una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Europa Press.
Todo ello llega después de que la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, admitiera el jueves en la Comisión de Gastos Reservados del Congreso que se espió a cerca de una veintena de independentistas con autorización judicial del Tribunal Supremo, entre ellos el propio Aragonès.
¿LO SABÍA SÁNCHEZ?
Sobre que el Gobierno de Pedro Sánchez asegure que desconocía este espionaje, Aragonès ha argumentado que por ello pide transparencia y ha preguntado si esto significa «que nadie controla a los servicios secretos y que el CNI va a su aire, y si esto es así alguien debería tomar decisiones».
«Se supiera o no es totalmente grave y hay que asumir responsabilidades. Si no sabían que entonces se me espiaba, hoy pueden saber si se me está espiando y a otra gente por causas políticas? La sensación es que el CNI actúa sin control», ha sostenido.
NO HABLA CON SANCHEZ DESDE HACE SEMANAS
Al preguntársele si cree que el espionaje obedece a razones políticas, no ve otros motivos y ha lamentado que el Gobierno aún no haya hecho un ejercicio de transparencia, no se ha creado una comisión de investigación y no se hayan asumido responsabilidades.
«Estamos en una situación de degradación de las relaciones entre la Generalitat y el Gobierno que no se había visto desde hace tiempo», ha alertado Aragonès,que ha añadido que no habla con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde hace semanas.
A la espera de que ambos coincidan este viernes en el Cercle d’Economia, el presidente de la Generalitat ha explicado que no está previsto que se reúnan porque «no se trata de hacer una foto y de hacer un encuentro fugaz de cinco minutos».
Sin embargo, ha recalcado que es necesario que la reunión tenga lugar, y en caso de que no se produzca tomarán «la decisiones adecuadas que convenga», sin aclarar si ERC dejará de apoyar al Gobierno.
ROBLES, ASUMIR RESPONSABILIDADES
Tras advertir de que el Gobierno puede hacer ver que no ha pasado nada, ha subrayado que «lo que está pasando aleja las posibilidades de estabilidad de la legislatura española, y de hecho, la confianza está rota, a cero».
Sobre si sería suficiente la dimisión de la directora del CNI, Paz Esteban, Aragonès ha remarcado que necesitan saber «quién dio la orden» para espiar a independentistas, y se ha mantenido en que la ministra de Defensa, Margarita Robles, debe asumir responsabilidades porque, a su juicio, está incapacitada para gestionar políticamente esta cuestión.
MESA DE DIÁLOGO
Aunque cree que muchos querrían dar por muerta la mesa de diálogo, ha dejado claro que no les hará «este regalo» y se ha reafirmado en su compromiso con la negociación para buscar una salida al conflicto catalán, pero ha añadido que se deben restaurar las condiciones para que pueda avanzar.
«No abandonaremos nunca la mesa, pero hay que restaurar las mínimas condiciones de confianza y credibilidad en este proceso de negociación», ha explicado.
JJ.OO DE INVIERNO
En otra entrevista en Rac1 recogida por Europa Press, Aragonès ha hablado también de la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 y ha reiterado en que la Generalitat se mantiene en el acuerdo técnico que alcanzaron en su momento con el Gobierno de Aragón, con el Ejecutivo central y el COE.
«Trabajaremos para poder superar la situación actual, pero hay un acuerdo y los acuerdos se tienen que cumplir», ha dicho el presidente de la Generalitat, que ha añadido que es el Gobierno de Aragón el que cambió de opinión.
Sobre las nuevas huelgas convocadas por el sector educativo, ha reiterado su confianza en el conseller del ramo, Josep Gonzàlez-Cambray, y ha llamado a los sindicatos a sentarse con el Govern en la mesa sectorial de educación para poder hablar: «Es imprescindible».