La selección de Argentina se ha proclamado campeona del mundo por tercera vez en su historia después de superar este domingo a Francia en la tanda de penaltis de la final del Mundial de Catar (3-3, 4-2 en los penaltis), un encuentro en el que llegó a desperdiciar un 2-0 al descanso y en el que, desde los once metros y a pesar de un ‘hat-trick’ de Kylian Mbappé, se volvió a convertir en la reina del planeta fútbol tres décadas más tarde.
Leo Messi, de penalti, y Ángel Di María, adelantaron al combinado de Lionel Scaloni antes del intermedio, pero un minuto de inspiración de Kylian Mbappé (min.80 y 81) condenó al partido al tiempo extra. Fue allí donde el exbarcelonista, capturando un rechace a disparo de Lautaro Martínez, volvió poner por delante a los de Lionel Scaloni en el minuto 109, y de nuevo el astro francés, completando su ‘hat-trick’, forzó los penaltis. En la muerte súbita, los fallos de Coman y Tchouaméni y el acierto del ‘Dibu’ Martínez y de los lanzadores albicelestes dictaron sentencia.