La Fiscalía de Madrid solicita 20 años de prisión para un acusado de asesinar de dos puñaladas en la espalda a su expareja, con quien siguió compartiendo habitación en una vivienda de Alcalá de Henares a pesar de que meses antes la víctima había dado por finalizada la relación sentimental.
Tras cometer el crimen, el acusado fragmentó en siete partes el cuerpo sin vida de la mujer y lo mantuvo oculto durante más de un año en un arcón congelador situado en una habitación de su piso compartido. El juicio se celebrará a partir del martes con un jurado popular en la Audiencia de Madrid.
Según el escrito de acusación, en el verano de 2014 M.M.A. inició una relación sentimental con la víctima que se prolongó hasta septiembre de 2017, fecha en la que la mujer decidió romper de forma unilateral con su pareja «dada la deteriorada situación que mantenía con el acusado».
Pese a ello, ambos siguieron conviviendo en una habitación alquilada en un piso de Alcalá de Henares, «lo que era fuente de numerosos conflictos y disputas entre ellos».
Así, sobre las 4:00 horas del 6 de octubre de 2017 la mujer llegó a la habitación que compartía con su ex pareja sentimental una vez finalizada su jornada de trabajo en un pub.
En ese preciso instante, se inició una fuerte discusión entre ellos a lo largo de la cual, el acusado, mordió a la víctima en el antebrazo y a continuación le propinó un fuerte puñetazo. La mujer quedó «seriamente» herida, lo que fue aprovechado por M.M.A. para coger un cuchillo y clavárselo dos veces en la espalda.
Durante los dos días siguientes al fallecimiento de su expareja, el acusado procedió a fragmentar el cuerpo de la joven en siete partes que mantuvo guardadas en un arcón congelador que tenía enchufado a la red.
Además, transcurridas 24 horas de la muerte de D.O.L. solicitó el cambio de contraseñas de la cuenta personal del correo electrónico de la joven tras revisar el contenido del teléfono de la mujer y pidió también la vinculación de la cuenta de Whatsapp con un número de teléfono nuevo «con la finalidad de acceder a estos servicios y controlar sus perfiles desde las redes sociales».
Una vez realizados los cambios, los días 8 y 10 de octubre de 2017 M. M.A. «haciéndose pasar por envió al propietario de la vivienda en la que residían varios WhatsApp en los que le decía, que si no le veía le dejaría el dinero del alquiler al acusado, que la habían dejado un teléfono nuevo ya que el antiguo no le iba bien, igualmente le pedía perdón por la otra noche entre el ratoncillo y el perro», le decía que había sacado sus cosas de la habitación y que se había ido a Madrid porque le había salido un trabajo muy bueno».
SIMULÓ SER LA VÍCTIMA
El 9 de octubre de 2017 el acusado, publicó en el perfil de su expareja en Facebook: «estoy haciendo varios cambios en mi vida si no vuelves a saber nada de mí, tú eres uno de ellos» e incluso mantuvo conversaciones con Whatsapp con sus compañeras de trabajo.
Por último, el 6 de octubre de 2017, se dirigió a un estanco y utilizando la tarjeta visa de la mujer efectuó una compra por importe de 4,85 euros valiéndose del pago contactless.
La madre adoptiva de la joven denunció su desaparición el 30 de diciembre de 2018, y tras acordar el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Alcalá de Henares la entrada y registro en la habitación con baño que constituía el domicilio de D. O. L.
En su interior y, enchufado a la red al lado del baño, se encontró el arcón congelador cerrado en cuyo interior estaba el cuerpo de la mujer «desmembrado y congelado adherido a las paredes del mismo», y encima del arcón 5 ambientadores y tres soportes de quemadores de incienso.
El acusado fue detenido el 8 de febrero de 2019. El representante del Ministerio Público le imputa los delitos de asesinato, profanación de cadáveres y estafa.
En concepto de responsabilidad civil le reclama 240.000 de indemnización para los padres de la víctima y otros 7.000 euros para cada una de las dos hermanas de D.O.L.