La ya exlíder de Ciudadanos Inés Arrimadas se ha despedido este sábado como presidenta ‘naranja’ con un discurso en el que ha asumido los errores que haya podido cometer en sus casi tres años al frente del partido y ha asegurado que «jamás» se le pasó por la cabeza sentirse por encima de la formación.
«Este partido es tan importante para España que es mucho más importante que nosotros», ha proclamado en su intervención en la Asamblea Extraordinaria la diputada y portavoz ‘naranja’ en el Congreso.
Arrimadas ha expresado que «jamás» se le ha pasado por la cabeza sentirse «más importante» que el partido. «Ni en los mejores momentos, ni cuando ganamos en Cataluña ni ahora, porque nunca nadie es demasiado importante y normalmente quienes se creen más importantes son los más prescindibles», ha enfatizado.
La expresidenta ha apoyado el «cambio radical» que va a suponer para el partido el proceso de refundación, que culmina este fin de semana en la Asamblea Extraordinaria, señalando que Ciudadanos es el mejor proyecto político para el país.
Eso sí, ha advertido de que la formación ‘naranja’ no va a remontar si continúan los ataques «entre compañeros» que ha deparado la campaña para las primarias, si se sigue «echando la culpa siempre a los demás con cualquier excusa». «No se puede combatir el cainismo en España matando a Abel todas las semanas», ha ilustrado.
LA NUEVA DIRECCIÓN GENERA «OPTIMISMO»
Arrimadas ha remarcado que los afiliados han hablado con «claridad» al elegir a la lista que ella apoyaba, la encabezada por Patricia Guasp, coordinadora en Baleares y nueva portavoz política, junto al eurodiputado Adrián Vázquez, que ocupará el cargo de secretario general en la nueva dirección bicéfala del partido.
Ha señalado que Guasp y Vázquez son la razón del «optimismo» para el futuro de Ciudadanos, si bien ha reconocido que no será una tarea «fácil», aunque ha sostenido que «no es imposible», porque «la única batalla que se pierde es la que no se da». «Sé que vais a darla», les ha trasladado.
En este sentido, ha apuntado que cuando se asume el liderazgo de un partido se sabe que los éxitos serán siempre compartidos por todos, pero que los errores tienen que ser reconocidos «en primera persona». «Y así lo hago, yo no he sido capaz, ni mi equipo», ha admitido ante el auditorio, pidiendo «perdón» por los errores que haya podido tener como presidenta.
Arrimadas ha dado el testigo a la dupla Guasp-Vázquez reconociendo el «mucho mérito» que tiene ganar en primarias, además habiendo dado el paso al frente personas que no han estado «nunca» en la dirección del partido. A la par, ha deseado «mucha suerte» a los integrantes de las otras dos listas que se presentaron a las primarias, sin mencionar el nombre de Edmundo Bal, antiguo vicesecretario general, que le escuchaba desde la primera fila de asientos.
«Doy voluntariamente» el paso de apartarme «porque creo que va a tener más opciones con una dirección completamente diferente, con perspectivas nuevas y personas que vienen de otros ámbitos», ha expresado.
Arrimadas ha llamado a mostrar orgullo por el legado ‘naranja’ y ha tenido unas palabras de reconocimiento para su predecesor, Albert Rivera, no sin antes defender que el liberalismo es una «actitud ante la vida» e instando a que Cs siga siendo «rebelde», «inconformista» y «radicalmente libre», como el eslogan de la Asamblea.
Dicho esto, ha entrado a comentar las «profundas crisis económica, social y territorial» que, aunque sean «silenciosas», «son una bomba de relojería», al tiempo que ha subrayado que el partido habla de temas que otros no, como el identitarismo o la brecha generacional.
PSOE Y PP NO VAN A ARREGLAR LOS PROBLEMAS
Ha apelado a mirar a largo plazo, aunque ha incidido en que comparte el objetivo de sacar al Gobierno de Pedro Sánchez de Moncloa. «Sacar a Sánchez es una prioridad, pero para dar un país mejor a las próximas generaciones hace falta mucho más», ha señalado, añadiendo que las soluciones a los problemas actuales no las van a aportar los dos partidos que han gobernado «siempre».
«Otros no quieren nuestras propuestas ni activos políticos, solo quieren nuestros votos», ha advertido la exlíder, que ha dicho que hay que luchar para que los votantes no tengan una «España resignada y conformista, condenada a elegir siempre entre dos opciones cada vez más radicales», criticando que PSOE y PP se hayan plegado en democracia para gobernar a las soluciones de los nacionalismos.
Arrimadas ha deseado un Gobierno «moderno» que dé respuestas a los retos del mundo y ha avisado de que la libertad no se puede dar por sentada, sino que es una «conquista diaria», para lo que ha puesto como ejemplo la guerra de Ucrania iniciada por un «autócrata» como el presidente ruso, Vladimir Putin.
«No ignoremos estas señales porque son advertencias de que las democracias liberales necesitan ser defendidas y en España necesitamos un partido como Ciudadanos para hacerlo», ha afirmado.
Durante el sábado y el domingo, Cs celebra en el madrileño complejo Duques de Pastrana su VI Asamblea General, una cita con la que dará por terminado su proceso de refundación y con la que pretende cerrar las heridas abiertas dentro del partido en las últimas semanas a cuenta de la elección de la nueva dirección.
«Por tu valentía. Por ser la voz de los constitucionalistas. Por dar un paso al frente en los momentos más difíciles. Por luchar para que los españoles sean radicalmente libres. ¡Gracias, Inés Arrimadas!», le ha agradecido Ciudadanos a través de Twitter minutos después del discurso de su hasta ahora máxima dirigente