Así es el síndrome de Hanglund, la enfermedad que afecta a deportistas y personas que usan tacones altos

Alfonso de la Mata

El Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) advierte de que una de las causas que pueden generar una talalgia –dolor de talón– es el Síndrome de Hanglund que requiere «atención inminente» por parte de un especialista.

Algunos síntomas que delatan esta enfermedad son la aparición de un bulto en la parte trasera del pie, en la zona del hueso calcáneo, enrojecimiento y tumefacción, y dolor fuerte en la zona. Junto a esto, aparece una necesidad de descalzarse, limitación de la flexión dorsal del pie, y actividades como correr o subir pendientes o escaleras incrementan el dolor.

«El Síndrome de Haglund es una combinación de tres patologías que son una tendinitis aquílea, hinchazón o bursitis retrocalcánea y una deformidad en este hueso que conlleva un crecimiento anormal, pero benigno», afirma el podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV Jorge Escoto.

Los podólogos resaltan que esta enfermedad está relacionada con una tensión continua en el tendón de Aquiles y afecta, principalmente a hombres y mujeres de mediana edad. Y es más común en personas que utilizan de forma habitual zapatos con tacón elevado y en deportistas.

Desde el ICOPCV enfatizan que las principales causas que lo provocan son el acortamiento del músculo tríceps sural, tener algún tipo de alteración en la pisada, como el pie cavo, realizar deportes de impacto (atletismo, fútbol, running, baloncesto, etc.) o utilizar un calzado muy ajustado en la zona posterior del talón y con tacón alto.

RECOMENDACIONES

En caso de que aparezca la enfermedad de Hanglund se recomienda utilizar un calzado que respete la salud del pie (se adecúe al ancho del pie, a su movimiento y no tenga un tacón de más de 3 cm) y es útil poner hielo en la zona para bajar la inflamación.

«En una fase muy incipiente de este síndrome, el podólogo optará por pautar soportes plantares personalizados para compensar la alteración biomecánica que genera la aparición de la enfermedad e indicará ejercicios y estiramientos locales para favorecer la descarga y flexibilidad de la zona calcánea. En muchos casos, es necesario que diseñemos almohadillas que aliviarán la presión en el talón y favorecerán poder caminar o practicar deporte con menos dolor», ha comentado Jorge Escoto.

El ICOPCV también ha indicado que en casos más avanzados es necesario tratamientos con ondas de choque, que favorecen la regeneración y reparación del tendón de Aquiles y disminuyen la inflamación; la prescripción de antiinflamatorios; la realización de infiltraciones peritendinosas; o, en casos extremos, la cirugía.

Desde el ICOPCV recuerdan que, para garantizar que estamos en manos de un profesional de la Podología, disciplina sanitaria que todavía no forma parte de la cartera de servicios del Sistema Público de Salud de Generalitat Valenciana, y evitar ser víctimas del intrusismo, es decir, ser tratados por supuestos profesionales que carecen de la formación universitaria que se exige para el desarrollo de esta rama sanitaria, hay que asegurarse que la clínica donde vamos a ser tratados dispone de número de registro sanitario y el podólogo está colegiado.

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