MARZO
Foto: Diego Herrera / Europa Press
El 24 de febrero el orden internacional que se conocía hasta el momento dio un vuelco: el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciaba la invasión a Ucrania. Las imágenes de las cruentas batallas aún copan hoy las portadas hoy. Como en todas las guerras, los principales afectados son los civiles. El de la imagen, un voluntario de 26 años llamado Anatoly Berezhnyi, fue alcanzado por un bombardeo ruso mientras trataba de huir de Irpin. Cayó muerto junto a Tetiana Perebyinis, de 43 años, y sus dos hijos, Mykyta, de 18, y Alisa, de 9, a los que ayudaba a escapar de Irpin hacia Kiev.
La imagen de la familia muerta y tirada en el suelo junto a su equipaje desperdigado sobre el pavimento dió la vuelta al mundo. El padre de la familia, Serhiy Perebyinis, que estaba atendiendo a su madre en el este de Ucrania en el momento de la desgracia, se enteró de la muerte de su familia por las imágenes en redes sociales, según relató en una entrevista al ‘New York Times’. Reconoció al instante las maletas de su mujer e hijos. La historia de la familia Perebyinis es una muestra del sufrimiento que la invasión ha causado, y sigue provocando, en la población civil.