En los últimos años se ha formado un movimiento social que arrasa en las redes sociales, desde Instagram a YouTube, pero sobre todo TikTok. Bien en videos o directos, millones de cuentas se dedican a activas el placer mediante los sentidos: Crujidos, susurros, golpes suaves, armoniosas gotas cayendo…todo vale para desencadenar el ASMR, y provocar en sus espectadores unos beneficios relajantes que, según la ciencia, podrían estar no estar al alcance de todos.
Un estudio ha descubierto nuevas pruebas que relacionan los niveles más altos de neuroticismo y ansiedad con la capacidad de experimentar una sensación profundamente relajante conocida como Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma (ASMR, por sus siglas en inglés), según publican sus autores en la revista de acceso abierto ‘PLOS ONE’.
Durante la ASMR, una persona experimenta una sensación de hormigueo que comienza en la cabeza y el cuello y puede extenderse por todo el cuerpo. No todo el mundo lo experimenta y quienes lo hacen tienen diferentes desencadenantes; por ejemplo, recibir un masaje o escuchar sonidos tranquilos, como un susurro.
Investigaciones anteriores han sugerido que las personas capaces de experimentar ASMR pueden tener niveles elevados de neuroticismo. Sin embargo, la relación precisa entre la ASMR y los rasgos de personalidad no está clara.
Para ayudar a aclararlo, Charlotte Eid y sus colegas de la Universidad de Northumbria (Reino Unido) pidieron a 36 voluntarios que experimentan el ASMR y a 28 que no lo experimentan que vieran un vídeo destinado a desencadenar el ASMR. Los participantes completaron varios cuestionarios para evaluar su neuroticismo, su tendencia general a experimentar ansiedad («ansiedad de rasgo») y su ansiedad en cada momento («ansiedad de estado») antes y después de ver el vídeo.
El análisis estadístico de las respuestas de los participantes reveló que los que experimentaron ASMR tenían niveles más altos de neuroticismo y ansiedad de rasgo, así como niveles más altos de ansiedad de estado antes de ver el vídeo; sin embargo, este tipo de ansiedad se redujo después del vídeo, y los que experimentaron el ASMR informaron de un mayor nivel de beneficio del vídeo.
Un análisis más detallado sugirió que las diferencias en neuroticismo y ansiedad entre los que experimentaron ASMR y los que no lo hicieron explicaron estadísticamente la diferencia observada en el cambio de ansiedad antes y después del vídeo, lo que pone de relieve la importancia potencial de estos rasgos de personalidad.
En general, estos hallazgos sugieren que los experimentadores de ASMR pueden caracterizarse por mayores niveles de neuroticismo así como de trastornos de ansiedad que los no experimentadores. También sugieren que la ASMR podría servir como intervención para individuos con niveles elevados de neuroticismo y/o ansiedad en general. Sin embargo, los autores señalan que se necesitan más investigaciones para abordar las limitaciones de este estudio y mejorar su comprensión.
«Nuestro estudio descubrió que ver un vídeo de ASMR reducía la ansiedad en aquellos que experimentaban cosquilleos de ASMR, incluso cuando no estaban previamente familiarizados con el fenómeno –destacan los autores–. Las características de personalidad que se relacionan con la ansiedad elevada también se asociaron con estos beneficios, por lo que el ASMR puede ser una intervención psicológica adecuada para los individuos ansiosos en general».