Asocian el tiempo frente al móvil con el inicio temprano de la pubertad

Redacción

La exposición a la luz azul, a través del uso regular de tabletas y teléfonos inteligentes, puede alterar los niveles hormonales y aumentar el riesgo de una pubertad más temprana, según los datos de un estudio con ratas presentado en la 60ª Reunión Anual de la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica.

La mayor duración de la exposición a la luz azul se asoció con un inicio más temprano de la pubertad en las ratas hembras, que también mostraron niveles reducidos de melatonina, aumento de los niveles de algunas hormonas reproductivas y cambios físicos en sus ovarios.

El uso de dispositivos móviles que emiten luz azul ya se había relacionado con la alteración de los patrones de sueño en los niños, pero estos resultados sugieren que podría haber riesgos adicionales para el desarrollo infantil y la fertilidad futura.

El uso creciente de dispositivos que emiten luz azul, como las tabletas y los teléfonos inteligentes, se ha relacionado anteriormente con la reducción de la calidad del sueño tanto en niños como en adultos. Se cree que esto se debe a la alteración de nuestro reloj corporal, ya que la luz azul inhibe el aumento nocturno de los niveles de la hormona melatonina, que prepara nuestro cuerpo para el descanso y el sueño.

Los niveles de melatonina son, en general, más altos durante la prepubertad que en la pubertad, lo que se cree que contribuye a retrasar el inicio de la pubertad. La pubertad es un proceso complejo que implica la coordinación de varios sistemas corporales y hormonas.

En los últimos años, varios estudios han informado del aumento del inicio temprano de la pubertad en las niñas, especialmente durante la pandemia de COVID-19. La relación entre la exposición a la luz azul y la reducción de los niveles de melatonina sugiere que el aumento del tiempo frente a la pantalla, como durante las restricciones de la pandemia, puede estar desempeñando un papel en este aumento notificado. Sin embargo, es muy difícil evaluar esto en los niños.

En este estudio, la doctora Aylin Kilinç Ugurlu y sus colegas de Ankara (Turquía) utilizaron un modelo de rata para investigar los efectos de la exposición a la luz azul en los niveles de hormonas reproductivas y el momento de inicio de la pubertad. Las ratas hembras se dividieron en tres grupos de seis y se expusieron a un ciclo de luz normal, 6 horas o 12 horas de luz azul.

Los primeros signos de pubertad se produjeron significativamente antes en los dos grupos expuestos a la luz azul, y cuanto mayor era la duración de la exposición, más temprano era el inicio de la pubertad.

Las ratas expuestas a la luz azul también presentaban niveles reducidos de melatonina y niveles elevados de hormonas reproductivas específicas (estradiol y hormona luteinizante), así como cambios físicos en su tejido ovárico, todo ello coherente con el inicio de la pubertad. A las 12 horas de exposición, las ratas también mostraron algunos signos de daño celular e inflamación en sus ovarios.

La doctora Aylin Kilinç Ugurlu destaca que han descubierto que la exposición a la luz azul, suficiente para alterar los niveles de melatonina, «también es capaz de alterar los niveles de hormonas reproductivas y provocar un inicio más temprano de la pubertad en nuestro modelo de rata. Además, cuanto más larga es la exposición, más temprana es la aparición», advierte.

Además, alerta de que, «como se trata de un estudio con ratas, no podemos estar seguros de que estos resultados se reproduzcan en niños, pero estos datos sugieren que la exposición a la luz azul podría considerarse un factor de riesgo para el inicio más temprano de la pubertad».

Señala que es difícil imitar en las ratas una exposición a la luz azul equivalente al uso de tabletas en los niños, pero el momento de la pubertad en las ratas es aproximadamente equivalente al de los humanos, si se ajusta a la menor esperanza de vida de las ratas.

Los cambios hormonales y de ovulación que se producen durante la prepubertad y la pubertad en las ratas hembras también son comparables a los de los humanos. Así que, a pesar de las limitaciones del estudio, estos resultados apoyan una mayor investigación de los posibles impactos de la exposición a la luz azul sobre los niveles hormonales y el inicio de la pubertad en los niños.

El equipo tiene previsto investigar el daño celular y los efectos inflamatorios detectados tras una exposición más prolongada a la luz azul, ya que esto podría tener repercusiones a largo plazo en la salud reproductiva y la fertilidad. También evaluarán si el uso de dispositivos móviles con «luz nocturna» que minimiza la luz azul puede reducir los efectos observados en el modelo de rata.

La doctora Aylin Kilinç Ugurlu añade que, «aunque no es concluyente, aconsejamos que el uso de dispositivos emisores de luz azul se reduzca al mínimo en los niños prepúberes, sobre todo por la noche, cuando la exposición puede tener más efectos de alteración hormonal».

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