Los astronautas chinos de la misión Shenzhou 16 cultivaron vegetales a bordo de la estación espacial Tiangong durante su estadía de 6 meses en órbita.
Jing Haipeng, Zhu Yangzhu y Gui Haichao regresaron al planeta en las últimas horas y demostraron que es posible cultivar lechugas y tomates en microgravedad, una prueba clave para los planes de colonización de otros planetas.
La estación espacial china cuenta con dos aparatos para el cultivo de estos vegetales.
La primera entró en funcionamiento a finales de junio y ha logrado cosechar cuatro lotes de lechugas.
El segundo se puso en funcionamiento a mediados de agosto, logrando cultivar tomates Cherry y cebollas verdes.
“Hasta ahora observamos que los estados de crecimiento son básicamente los mismos”, señala Yang Renze, investigador del Centro de Investigación y Entrenamiento de Astronautas de China. “En el futuro, nos centraremos en el cultivo rápido y a gran escala”.
Para medir qué tan bien están creciendo los cultivos espaciales en comparación con sus contrapartes terrestres, los investigadores crearon una copia idéntica del sistema de jardinería en el planeta, tener un entorno de control con el que se pueda analizar las unidades espaciales.
Cultivar plantas en el espacio puede ser generoso para los planes de conquista de otros planetas.
El aparato de cultivos es una parte clave de todo el Sistema de Control Ambiental y Soporte Vital (ECLSS), con el que las plantas podrán absorber el dióxido de carbono del aire para generar oxígeno con la fotosíntesis y luego regenerar y purificar el agua con la transpiración.
Como se recuerda, China está trabajando para enviar a un par de astronautas a la Luna antes de 2030. También planea construir su base lunar y llegar a Marte en 2040.