Las emisiones medias de los vehículos que la firma automovilística Audi vendió en Europa durante el año pasado se situaron en los 101,5 gramos de dióxido de carbono (CO2) por cada kilómetro recorrido, lo que supone una reducción cercana al 20% en comparación con los datos de 2019.
Tal como ha explicado la marca, gracias a estas cifras Audi contribuyó «decisivamente» y de forma positiva a los resultados del grupo Volkswagen, que tendría que lograr que la media de emisiones de todos sus automóviles matriculados en Europa no superase los 95 gramos de CO2 por kilómetro para así cumplir la nueva normativa comunitaria.
La nueva normativa europea de emisiones de dióxido de carbono para vehículos ligeros, que entró en vigor en 2020, obliga a los fabricantes a que la media de sus automóviles vendidos en la región durante todo el año no genere más de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido si quieren evitar multas que podrían elevarse a miles de millones de euros. Sin embargo, esta medición se realiza a nivel de grupo, por lo que cada marca tiene unos objetivos para contribuir al total del fabricante a no pasar los límites establecidos.
«La sostenibilidad es un pilar central de nuestra estrategia corporativa. Consideramos que el valor medio de emisiones de CO2 de la flota es un indicador importante, y continuaremos avanzando con fuerza en nuestra estrategia de electrificación», ha reivindicado la directora de Ventas y Marketing de Audi, Hildegard Wortmann.
Para lograr estas cifras, la empresa ha destacado el efecto que han tenido modelos como el Audi e-tron 100% eléctrico y sus vehículos híbridos enchufables. Próximamente, Audi lanzará el nuevo e-tron GT y el Q4 e-tron, que se convertirá en el primer modelo basado en la plataforma modular eléctrica (MEB) del grupo Volkswagen.
«Seguiremos aumentando la proporción de modelos eléctricos y electrificados en nuestra gama. En 2021, lanzaremos atractivos modelos totalmente eléctricos en otros dos segmentos», ha añadido Wortmann.