En Estados Unidos, durante la segunda mitad del siglo XIX nació el modelo de franquicias tal y como se conoce actualmente. Este ahora mismo es uno de los más usados en el mundo como principal estrategia para la expansión de una compañía.
Sin embargo, con el tiempo el sistema de franquicias se ha convertido progresivamente en una estrategia basada principalmente en la cantidad, sin considerar la calidad de las mismas. El resultado son proyectos incapaces de perdurar en el tiempo. La asesoría profesional y especializada como la que provee una consultora de franquicias puede ser una forma de cambiar la fórmula hacia un proyecto de franquicia exitoso.
Un ejemplo de ello es Barbadillo & Asociados.
La obsesión por la cantidad
En el mundo de las franquicias, existe actualmente una generalizada obsesión por la cantidad, es decir, la cuantificación de prácticamente todos los aspectos inherentes a esta estrategia de expansión comercial. Se hace mucho énfasis en, por ejemplo, cuántas redes de franquicias operan en el mercado, cuántos franquiciados están asociados, qué comunidades autónomas lideran el ranking, y así un largo etc. Bajo esta perspectiva, la calidad queda relegada a un segundo lugar, o peor aún, sencillamente no se toma en cuenta. Sin decir que mantener un control de todos los aspectos cuantificables de una franquicia esté mal, dejar de atender adecuadamente a la calidad y todo lo que esta representa para un proyecto de expansión exitoso, es un descuido que puede tener importantes consecuencias. De hecho, la obsesión por la cantidad, puede significar, en el peor de los casos, el fracaso de un proyecto de franquicia.
La importancia de la calidad y la asesoría profesional al iniciar una franquicia
Mientras que, por un lado, la cantidad mide los aspectos ya mencionados, la calidad, por el contrario, se mide entre otras cosas por la experiencia acumulada del franquiciador, por el éxito de las unidades propias, previas al desarrollo de la misma, y sobre todo por las condiciones adecuadas del propio proyecto de franquicia a desarrollar. Todo ello se traduce al final en la permanencia de la franquicia (de los franquiciados) en el tiempo. Un mal diseño de un proyecto de este tipo, sin dar el valor que merecen aspectos clave del desarrollo, equivale a construir un edificio sin cimientos, que por sus características, no será capaz de perdurar.
Salvo dilatada experiencia de la empresa, potencial central de franquicia, en este tipo de diseño de proyectos, será muy importante contar con el apoyo y la experiencia de una consultora de franquicias especializada, capaz de proporcionar al cliente (franquiciador) las mejores soluciones que definan totalmente su proyecto, y no únicamente las condiciones económicas, también las jurídicas, las relacionales, etc.
En definitiva, valorar todas estas opciones antes de tomar las decisiones clave en el diseño de un proyecto de franquicia es fundamental, ya que las condiciones del mismo no podrán cambiarse una vez que se hayan firmado los respectivos contratos con los franquiciados. En este sentido, el trabajo de una buena consultora, como la firma Barbadillo & Asociados, será garantizar que siempre se elijan las mejores opciones en cada caso.