El ‘batch cooking’, o cocinar por etapas, está de moda ahora, cuando se trata de una práctica que ya hacían nuestras abuelas en antaño. Son numerosísimas sus ventajas, pero hay algunos inconvenientes o peligros que desconocemos y que conviene atender y corregir.
En general, es una práctica «muy interesante» para facilitar comodidad a la persona porque en pocas horas cocinas toda la comida de la semana, tal y como valora en una entrevista con Infosalus, Mario Sánchez, autor de ‘A tomate pocho no le hinques el diente’ (Plataforma Actual).
A su juicio, es una «buena forma» de organizar el menú semanal y de comer de forma saludable, económica y «sin tantos calentamientos de cabeza», sobre todo si la cocina no es lo que más nos gusta.
OJO CON NUESTRA SALUD ALIMENTARIA
Ahora bien, sí advierte este tecnólogo de los alimentos, más conocido por su blog ‘SefiFood’, que el ‘batch cooking’ esconde algunos peligros que pocos conocen, relacionados con la seguridad alimentaria.
«Hay varios puntos a tener en cuenta como cocinar el arroz y la pasta y dejarlos varios días en el frigorífico. Estos cocinados sólo deberían almacenarse en el frigo 24 horas después de cocinarlos, por la presencia de ‘Bacillus cereus’ se incrementa con el paso de las horas. Se camufla y protege en forma de espora y puede aguantar varias horas de cocción y, con tanto tiempo refrigerada se crean las condiciones, la temperatura y la disponibilidad de nutrientes y temperatura para esta bacteria, que hagan que crezca, suponiendo así una posible fuente de intoxicación alimentaria», remarca este especialista.
Por eso, su principal recomendación con el ‘batch cooking’ es dejar de lado en estos menús a la pasta y al arroz, según zanja Mario Sánchez, y se preparen estas en el momento o, como mucho, con un día de antelación. «Tampoco cambia tanto la película. Se tarda como mucho diez minutos en cocer el arroz o la pasta, por lo que no renuncias a tanto», insiste.
CÓMO ENVASAR LOS PLATOS PREPARADOS CON ANTELACIÓN
Por otro lado, este tecnólogo de los alimentos hace hincapié en la importancia de un correcto envase de alimentos a la hora de preparar el menú semanal de cada uno. «Es importante emplear envases aptos, herméticos, e intentar hacerlo por raciones para no tener que estar descongelando todo», indica.
Preguntado sobre si lo idóneo es emplear envases de plástico o bien de cristal, Mario Sánchez señala que hoy en día no importa mucho si son de plástico, pero siempre que estos sean de buena calidad.
Para ello aconseja optar por las tarteras de plástico con el icono que muestra una copa y un tenedor, porque este símbolo significa que el envase cumple con las normativas de la Unión Europea a la hora de contener alimentos.
Otro punto en su opinión a tener en cuenta a la hora de decantarse por un tipo de envase u otro es que estos sean aptos para el microondas porque de no serlo, por ejemplo, si calentamos el plástico y no lo son el plástico puede migrar sus componentes por el calor a la comida, algo nada saludable. «El vidrio en este sentido es más inerte, pero tiene el problema de que se pueda romper», zanja este experto.