La presidenta de la Asociación Bebés Robados de Huelva, su presidenta, Esperanza Ornedo, ha hecho un llamamiento a las familias que enterraron a sus bebés, tras ser informados de su fallecimiento en los años cuando supuestamente se produjeron los robos de bebés, para solicitar exhumaciones y verificar que, efectivamente, los cuerpos se encuentran ahí y que no fueron robados.
En un comunicado remitido a Europa Press, Ornedo remarca «lo duro y complejo» que ha sido el camino emprendido en 2011 para la búsqueda de los bebés robados de Huelva.
Tras subrayar que el principal objetivo es «encontrarlos y conocer lo ocurrido», ha indicado que siguen trabajando «para conocer la verdad», ya en el cementerio de la capital «constan enterrados más de un centenar de niños que fueron arrebatados a sus madres sin control ni piedad».
En este punto, ha recordado que muchos han sido los casos que llegaron a la asociación «con una gran problemática, la de aparecer los enterramientos en fosa común». Por tanto, en 2012 solicitaron a la Fiscalía el levantamiento de dicha fosa, pero esta solicitud fue rechazada. «Una traba más, entre otras, que cortaron nuestras alas para poder avanzar en la investigación», ha dicho Ornedo.
Así las cosas, ha hecho un llamamiento a las familias, a los padres que enterraron a sus hijos para que indiquen la ubicación exacta de cara a pedir exhumaciones que corroboren que los bebés estaban, efectivamente, ahí.
Bebés Robados Huelva, a día de hoy, sigue con su lucha y no decae en el intento de «conseguir que finalmente se esclarezcan los hechos y que se destape la gran mentira que esconde el cementerio de la soledad en Huelva». De nuevo, solicitarán exhumaciones.
Por tanto, «necesitamos que lleguen a nosotros familias que por un motivo u otro aún no contactaron con la asociación. Ahora es el momento de unir fuerza y reunir a todas aquellas familias que pudieron enterrar a sus hijos y que tengan conocimiento de la ubicación exacta o aproximada del enterramiento», ha proseguido.
Tras indicar que carece de importancia y nos resulta irrelevante el que los bebés fuesen enterrados en nicho, lápida o fosa común, ha señaldo que «lo importante es saber el sitio exacto dónde fueron enterradas». «Necesitamos que dichas familias colaboren y aporten esta información que, por mínima que sea y aunque parezca intrascendente, significa para nosotros de gran ayuda. Para la asociación es muy importante controlar los casos», ha apuntado.
Finalmente, ha reiterado que es «de justicia» esclarecer las situaciones porque «no se puede mirar hacia otro lado dando lugar a que estos seres ineptos y despreciables queden impunes de delitos que por ley debieran ser castigados».