El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha presidido una reunión telemática este lunes con distintos líderes europeos para abordar la situación en Ucrania y lograr una «resolución diplomática» a la escalada de tensión con Rusia.
«Los líderes subrayaron su deseo compartido de una resolución diplomática a las tensiones actuales y revisaron los compromisos recientes con Rusia en múltiples formatos. Los líderes también discutieron sus esfuerzos conjuntos para disuadir una mayor agresión rusa contra Ucrania», ha dicho la Casa Blanca en un comunicado.
En este sentido, ha detallado que, entre los temas a tratar, se encontraban «los preparativos para imponer consecuencias y costes severos a Rusia» por la acumulación de tropas en la frontera con Ucrania o la seguridad en el flaco oriental de la Alianza Atlántica.
«(Los líderes) se comprometieron a continuar las consultas estrechas con los aliados y socios transatlánticos, incluido el trabajo con y a través de la UE, la OTAN y la OSCE», ha dicho.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha resaltado en rueda de prensa este lunes que estas conversaciones sobre esfuerzos de disuasión y defensa «serán parte de muchas conversaciones como lo han sido también desde el principio».
«Creo que nuestro compromiso con nuestros socios de la OTAN es claro. Nuestro compromiso con los ucranianos es claro (…) Hemos estado en contacto constante, como lo demuestra la llamada del presidente (Biden) esta tarde», ha remarcado.
RESPUESTA DE LOS LÍDERES EUROPEOS
A estas conversaciones, que han asistido líderes como el francés Emmanuel Macron; el polaco Andrzej Duda; el primer ministro italiano Mario Draghi; el primer ministro británico Boris Johnson y el canciller alemán Olaf Scholz, no ha sido invitado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha explicado en declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, que tienen «toda la información y la coordinación suficiente para poder ir tomando las decisiones que correspondan».
Asimismo, también ha recordado que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se reunió la semana pasada con su homólogo estadounidense, el secretario de Estado Antony Blinken, donde abordó la creciente tensión entre Ucrania y Rusia.
Por su parte, Macron ha resaltado tras la reunión «su profunda preocupación» por la situación en las fronteras de Ucrania y la necesidad de trabajar «colectivamente» por una rápida desescalada y ha anunciado una reunión a nivel de asesores en París este miércoles 26 de enero.
«Esta desescalada debe pasar por la expresión de advertencias firmes y creíbles con respecto a Rusia, que requiere una coordinación constante entre socios y aliados europeos, a través de un diálogo mejorado con Rusia, que estamos llevando a cabo», ha dicho en un comunicado.
En esta ronda de llamadas junto al presidente estadounidense, también se encontraban la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Von der Leyen ha «reafirmado el firme apoyo de la Unión Europea a Ucrania» y ha anunciado un nuevo paquete de apoyo al país en forma de asistencia financiera de emergencia, así como 120 millones adicionales en subvenciones.
«La Comisión y el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) están trabajando en una amplia gama de sanciones sectoriales e individuales en caso de nuevas agresiones militares de Rusia contra Ucrania», ha dicho en un comunicado.
Por su parte, Stoltenberg ha recordado en la reunión «el enfoque consistente de doble vía» de la OTAN hacia Rusia: «fuerte disuasión y defensa, combinadas con diálogo». Asimismo, ha dado la bienvenida a los despliegues defensivos de los últimos días y ha destacado la necesidad de «mejorar la defensa colectiva», ha dicho en un comunicado.
El portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit, ha señalado después que todas las partes acordaron «que una mayor agresión rusa contra Ucrania tendrá consecuencias muy graves» y ha compartido la opinión de que depende de Rusia dar pasos visibles hacia la desescalada, según recoge la agencia alemana de noticias DPA.
Las autoridades británicas han trasladado que los líderes europeos «estuvieron de acuerdo en la importancia de la unidad internacional frente a la creciente hostilidad rusa», ha dicho un portavoz de Downing Street, según recoge la cadena BBC.
En el caso de una nueva incursión rusa en Ucrania, han deliberado en la reunión la opción de que «los aliados promulguen respuestas retributivas rápidas que incluyan un paquete de sanciones sin precedentes».
Pese a que no ha habido amenazas específicas contra los diplomáticos británicos, aproximadamente la mitad del personal que trabaja en Kiev regresará al Reino Unido. Estados Unidos ya ha ordenado al personal diplomático su retirada.
Este lunes, el primer ministro Boris Johnson, ha advertido de que lunes de que invadir Ucrania sería «desastroso» y un «asunto doloroso, violento y sangriento», además de que se podría estar preparando un ataque relámpago en la zona.
«La inteligencia es muy clara de que hay 60 grupos de batalla rusos en las fronteras de Ucrania. El plan para una guerra relámpago que podría acabar con Kiev es algo que todos pueden ver», ha dicho antes de comenzar la reunión.