Al menos 22 supuestos milicianos progubernamentales apoyados por Irán han muerto en un bombardeo ejecutado por Estados Unidos en el este de Siria, según ha recogido este viernes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
El organismo, con sede en Londres e informantes en el país, ha indicado que el ataque aéreo ha alcanzado objetivos de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) –una coalición de milicias progubernamentales iraquíes– y la milicia iraquí Kataib Hezbolá en la provincia de Deir Ezzor.
Así, ha manifestado que estos objetivos serían almacenes de armas que habrían entrado a Siria a través del paso de Al Qaim, situado en el área de Abu Kamal, en la frontera con Irak, al tiempo que ha agregado que el balance de víctimas mortales podría aumentar, dado que varios heridos se encuentran en estado grave.
El Observatorio ha apuntado además que el bombardeo ha destruido también tres camiones cargados con munición y ha añadido que las milicias progubernamentales habrían iniciado procedimientos para evacuar otros edificios en la zona y reubicarlos en otros sitios tras estos bombardeos.
Horas antes, el Departamento de Defensa estadounidense había confirmado un ataque contra infraestructuras utilizadas por milicias respaldadas por Irán en Siria y recalcó que fue ejecutado «siguiendo las instrucciones del presidente», Joe Biden.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, ha sostenido a través de un comunicado que esta acción se ha autorizado en respuesta a «los recientes ataques contra el personal estadounidense y de la coalición en Irak», así como por las amenazas contra estos mismos efectivos.
En concreto, ha resaltado que el ataque ha destruido «múltiples instalaciones situadas en un punto de control fronterizo utilizado por varios grupos milicianos respaldados por Irán», incluidos Kataib Hezbolá y Kataib Sayid al Shuhada (KSS), también conocido como Batallón Sayid de los Mártires.
Kirby también ha añadido que esta respuesta militar «proporcionada» se ha lanzado junto con medidas diplomáticas, incluida la consulta con los socios de la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Así, ha manifestado que acción también ha tenido como objetivo «desescalar la situación general tanto en el este de Siria como en el de Irak». «La operación envía un mensaje inequívoco», ha subrayado el Pentágono, que ha hecho hincapié en que Biden actuará «para proteger al personal estadounidense y de la coalición».
Este supone el primer ataque militar en el extranjero autorizado por Biden, en respuesta a una serie de ataques con cohetes contra instalaciones utilizadas por estadounidenses en Irak, uno de ellos dejó una víctima mortal y seis heridos.
La relación entre Estados Unidos e Irán atraviesa una etapa crítica, ante una posible negociación de vuelta al pacto nuclear, que Estados Unidos abandonó unilateralmente en 2018 bajo la Administración de Donald Trump, y en el contexto del creciente miedo de las naciones occidentales de las capacidades de Irán para producir armas nucleares.