El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este martes una prohibición para la importación de petróleo, gas y carbón procedente de Rusia, asumiendo que puede haber otros aliados que, como los europeos, no pueden tomar aún una medida de este calibre.
«No subvencionaremos la guerra de (Vladimir) Putin», ha anunciado Biden, en una comparecencia en la que ha abogado por seguir aumentando la presión sobre Rusia tras «el paquete de sanciones económicas más significativo de la historia».
Biden, que ha repasado algunas de las medidas adoptadas contra Rusia tras el inicio de la invasión de Ucrania, ha anunciado que Estados Unidos aumentará la producción de petróleo para contrarrestar el progresivo aislamiento energético.
No obstante, asume que «defender la democracia tendrá costes» para el ciudadano estadounidense de a pie. «La guerra de Putin ya está afectando a las familias de Estados Unidos en el depósito de combustible», ha dicho, aludiendo a una subida de hasta 75 centavos en el precio que previsiblemente «irá a más».
«Voy a hacer todo lo posible para minimizar el aumento de precios», ha dicho Biden, durante una comparecencia en la que también ha avisado a las empresas de que el contexto actual no puede ser una excusa para elevar los precios por encima de un nivel razonable.
Estados Unidos y la Unión Europea han ido prácticamente de la mano en materia de castigos desde que Putin reconoció la independencia de las regiones separatistas del este de Ucrania y ordenó la invasión de este país. Sin embargo, en esta ocasión Biden se ha limitado a comunicar a sus aliados el último paso, a sabiendas de que Washington debería ir por libre si quería actuar ya.
El inquilino de la Casa Blanca se ha comprometido a trabajar «estrechamente» con los socios europeos para elaborar una estrategia a largo plazo que permita reducir progresivamente la dependencia de la energía procedente de Rusia. Estados Unidos es menos dependiente que Europa de la energía de Rusia, ya que el petróleo procedente de este país apenas representa el 3 por ciento de todos los envíos, según datos oficiales.
COMPROMISO CON UCRANIA
Al margen del terreno económico, Biden ha aprovechado para reiterar su compromiso con las autoridades y el pueblo ucraniano, al que ha felicitado por su «valentía» y su «determinación para vivir libres». Ucrania, ha añadido, «no será nunca una victoria para Putin».
El mandatario norteamericano ha recordado también que Estados Unidos ya ha comprometido más de 1.000 millones de dólares en asistencia de seguridad para Ucrania. Los envíos de armas «llegan cada día», ha señalado Biden, enfatizando asimismo el compromiso de otros socios internacionales con este suministro.
«También estamos proporcionando apoyo humanitario para la población ucraniana», ha agregado. Biden ha lamentado que más de dos millones de personas hayan salido de Ucrania para huir de lo que ha descrito en varias ocasiones como «la guerra de Putin».
LA CÁMARA BAJA VOTARÁ PROHIBIR LAS IMPORTACIONES ENERGÉTICAS DE RUSIA
Por su parte, la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha anunciado que este martes se llevará a cabo la votación de un proyecto de ley para prohibir las importaciones de energías rusas, con el objetivo de poder «aislar aún más» y «debilitar en todos los sentidos» a Moscú.
El texto, explica Pelosi, prohíbe la importación a Estados Unidos de petróleo y otras energías rusas y revisa las condiciones de acceso Rusia a la Organización Mundial del Comercio con el fin de «disminuir aún más su la economía global». Al mismo tiempo facilitará a Washington mecanismos legales para que pueda imponer más sanciones.