El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, han iniciado este viernes por la mañana su esperada reunión en Ginebra, sin perspectivas por ahora de que pueda lograrse un acuerdo para relajar las tensiones políticas y militares en torno a Ucrania.
Los dos ministros han iniciado el encuentro con un apretón de manos ante las cámaras, antes de sentarse junto a sus respectivas delegaciones en torno a una mesa que observan este viernes numerosos gobiernos. La reunión es a puerta cerrada, por lo que los medios sólo han podido captar imágenes al inicio.
Lavrov encara con cautela el encuentro, tal como él mismo ha reconocido. «No esperamos avances de estas consultas», ha declarado el jefe de la diplomacia rusa, que reclama a Washington «respuestas» a las propuestas planteadas desde Moscú, según la agencia de noticias Sputnik.
Blinken se ha pronunciado en términos similares, señalando que no espera «resolver hoy las diferencias» que separan a ambas potencias. «Es un momento crítico», ha reconocido el secretario de Estado estadounidense, que por ahora apuesta por «la senda de la diplomacia y el diálogo» para «resolver diferencias».
Si esta vía fracasa, si Rusia procede con la «agresión», Blinken ha advertido de que habrá una respuesta «unida» y «rápida», en línea con los avisos que ha manifestado su Administración durante estas últimas semanas.
Rusia reclama que la OTAN renuncie a ampliarse y desplegar armas en el este de Europa, algo que ya trasladó a Estados Unidos durante un primer contacto el 10 de enero centrado en temas de seguridad. Desde entonces, sin embargo, ninguna de las partes se ha movido de sus posiciones.
Estados Unidos y la OTAN ven con recelo el despliegue masivo de tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania y temen una invasión. Tanto Blinken como el presidente norteamericano, Joe Biden, advirtieron el jueves de que cualquier mínima «agresión» rusa tendrá consecuencias por parte de todos los aliados.