Brian May, el legendario guitarrista de Queen, fue nombrado Caballero de la Orden del Imperio Británico por el rey Carlos III. El músico, que a partir de ahora será Sir Brian May, compartió el emotivo momento en sus redes sociales y aseguró que no tenía palabras para describir la sensación.
La noticia fue anunciada en diciembre pasado, pero se concretó este martes en una breve ceremonia. May había confesado sentirse «emocionado» y «gratamente sorprendido» por este título honorífico. Además, admitió que siente una responsabilidad renovada de «comportarse de una manera que beneficie al Reino Unido y al resto de la población».
El nombramiento de Brian May como caballero, se enmarca en el contexto de duras críticas contra el rey Carlos III de Inglaterra, quien ha sido duramente cuestionado desde que se le transfirió el cargo; además de la tensa relación que mantiene con su hijo menor, el príncipe Harry.
May, de 75 años, junto con el fallecido Freddie Mercury y el baterista Roger Taylor, consiguió una importante fama durante el apogeo de Queen en la década de los ochenta.
Además del reconocimiento internacional por su música, Brian May es un destacado científico y defensor de la naturaleza. Obtuvo un doctorado en astrofísica del Imperial College London en 2007 y encabeza campañas por los derechos de los animales.
Es uno de los fundadores de ‘Save Me Trust’, una organización de bienestar animal que hace campaña contra la caza de zorros y la matanza selectiva de tejones. También es vicepresidente de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad de los animales (RSPCA, por sus siglas en inglés).
En los festejos del Jubileo de Oro en 2002, por los cincuenta años del reinado de Isabel II, May tocó el himno nacional de Inglaterra ‘God save the Queen’ desde el tejado del palacio de Buckingham.
Recientemente, en junio pasado, también participó en las celebraciones del Jubileo de Platino por los 70 años de reinado de Isabel II; en la ceremonia interpretó el tema ‘We will rock you’, el cual quedó registrado en un clip en el que la misma soberana tomaba el té con el oso Paddington.