Bruce Springsteen & The E Street Band ha renovado este jueves su idilio con la ciudad de Barcelona y ha vuelto a conquistar el Estadi Olímpic en la primera de las dos actuaciones –la segunda será el sábado– con un nuevo concierto de tres horas y 32 temas sin descanso ante 58.000 personas.
Poco más de un año después de su anterior visita al mismo recinto, también con dos conciertos en mayo de 2023, la comunión entre grupo y público ha sido total desde la aparición de la banda, el grito de ‘Hola Barcelona! Com esteu?’ (¡Hola Barcelona! ¿Cómo estáis?) y las primeras notas de ‘Lonesome Day’.
Enfundado en tejanos y camisa blanca con chaleco y corbata negra, el ‘Boss’ ha ejercido de perfecto maestro de ceremonias mientras se sucedían canciones como ‘My love will not let you down’, ‘Cover me’, ‘Radio Nowhere’ –primer tema en el que el saxofonista Jake Clemons ha tomado protagonismo– y una celebrada ‘No surrender’.
Con el metrónomo Max Weinberg a la batería y las guitarras de Steve Van Zandt y Nils Lofgren al frente, la E Street Band ha vuelto a demostrar ser una maquinaria perfectamente engrasada que podría enlazar temas de forma infinita.
La sucesión en cascada de temas ha continuado sin interrupción con perlas como ‘Ghosts’, una inmensa ‘Darkness of the edge of town’ –momento que el Estadi Olímpic se ha convertido en un mar de móviles– y la poco interpretada ‘The power of prayer’.
La unión de ‘The promised land’ con ‘Hungry heart’ se ha convertido en uno de los primeros momentos en que Springsteen se ha acercado al público, que como es habitual le esperaba con carteles de peticiones de canciones.
‘US ESTIMEM’
En las primeras filas, seguidores con camisetas con el mensaje ‘Us estimem’ (Os queremos) y en todo el estadio otras de diferentes giras del ‘Boss’ en un público intergeneracional, como se ha evidenciado en ‘Waitin’ on a sunny day’, en el que las nuevas generaciones de fans toman protagonismo.
Una emocionante ‘My hometown’ y el crescendo emotivo de ‘The River’ han propiciado una de las ovaciones de la noche, que ha dado paso a la versión de ‘Nightshift’ de Commodores, la acústica ‘Last man standing’ –en la que ha rememorado a su primera banda cuando era adolescente–, ‘Backstreets’ y la interpretación del clásico ‘Because the night’ de Patti Smith Group –que Springsteen coescribió junto a Smith–.
El último tramo del set principal de Springsteen se ha convertido en un carrusel de clásicos al alcance de pocas bandas: ‘I’m on fire’, ‘She’s the one’, ‘The rising’, la coreada ‘Badlands’ y ‘Thunder Road’, que ha cerrado a la espera de los bises.
Unos bises que han completado la fiesta en el Estadi Olímpic con las luces ya encendidas y las icónicas ‘Born in the USA’, ‘Born to run’, ‘Bobby Jean’, ‘Dancing in the dark’, ‘Tenth Avenue Freeze Out’ –que ha servido para presentar a los integrantes de la E Street Band y recordar a Clarence Clemons y Danny Federici–, las versión de ‘Twist and shout’ y ‘Rockin’all over the world’, y acabar con la acústica e intimista ‘I’ll see you in my dreams’ con Springsteen solo en el escenario.
Tras el concierto de este jueves, Bruce Springsteen & The E Street Band ofrecerá una segunda actuación el sábado en Barcelona, para el que también están agotadas las entradas, y que pondrá fin a la gira de cinco conciertos en España, tras los tres celebrados en Madrid.