La Comisión Europea ha propuesto formalmente este domingo congelar un tercio de los fondos de cohesión previstos para Hungría, unos 7.500 millones de euros, como medida para proteger el presupuesto comunitario ante el temor de que el Gobierno de Viktor Orban emplee estas ayudas en medidas que minen el Estado de derecho.
Así lo ha anunciado en una rueda de prensa en Bruselas el comisario de Presupuestos, Johannes Hahn, tras la reunión del Colegio de Comisarios que ha adoptado «por unanimidad» la propuesta, cuya aplicación dependerá de lo que decidan ahora los Veintisiete.
La suspensión de ayudas europeas en caso de amenazas graves para el Estado de derecho en los países de la UE es una medida prevista desde el pasado enero en el mecanismo de condicionalidad incluido en las nuevas reglas para la gestión del Presupuesto de la UE.
Una vez Bruselas presente oficialmente la propuesta al Consejo, a más tardar el 22 de septiembre, ha dicho Hahn, los Veintisiete disponen de un mes para tomar una decisión, aunque pueden prorrogar el plazo dos meses en casos excepcionales y así se lo pedirá el Ejecutivo comunitario para dar espacio al Gobierno húngaro a poner en práctica reformas que ha ofrecido para corregir la situación.