CaixaBank ganó 2.022 millones hasta septiembre sin los extraordinarios de la fusión con Bankia

Redacción

CaixaBank obtuvo un beneficio atribuido recurrente de 2.022 millones de euros durante los primeros nueve meses del año ya como entidad fusionada y sin incorporar los impactos asociados a la integración de Bankia, cifra que contrasta con los 726 millones contabilizados un año antes por la entidad en solitario cuando el resultado acusaba fuertes provisiones para encarar los riesgos de la pandemia.

El resultado se dispara hasta los 4.801 millones al contabilizar los 4.300 millones en extraordinarios generados por el fondo de comercio negativo de la fusión y restar los 1.521 millones en costes de la reestructuración e integración, según detalló este viernes la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Las cuentas ‘proforma’ recurrentes -con ambos bancos en periodos comparables completos- o sin incluir dichos atípicos mejoran a su vez desde 906 millones a 2.087 millones.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, efectuó un “balance muy positivo de los nueve primeros meses del año” y destacó “la buena evolución del negocio bancario y de seguros en un entorno todavía complejo», mientras «el proceso de integración que discurre de forma rápida, adecuada y en línea con lo previsto”.

La diversificación y «la intensa actividad comercial a una mayor escala» son claves para lograr «un buen resultado» en un entorno de tipos mínimos y mientras la morosidad permanece «muy contenida», apuntó.

Con estos resultados, la rentabilidad medida en RoTE se elevó al 9,6% sin tener en cuenta los extraordinarios de la fusión y la morosidad morosidad se mantuvo en el 3,6%, con una tasa de cobertura del 64% gracias a las huchas de provisiones.

Su capital CET1 escaló a su vez al 13% al cierre de septiembre, con lo que se sitúa «cómodamente» por encima del objetivo anunciado del 11-11,5%, valoró la entidad y por encima del 12,5% de un año antes.

VOLUMEN DE NEGOCIO

En cuanto al negocio, su volumen ascendió a 963.000 millones de euros con la fusión, como suma de los recursos de clientes administrados y los créditos otorgados.

En recursos de clientes, la cifra se incrementó un 46,2% y ascendió 607.331 millones con la fusión y crecería un 7,5% sin dicho efecto. Del importe total, 441.278 millones son recursos en balance y 153.223 millones son activos bajo gestión, que aumentan un 5,5% y 12% interanual sin incluir la incorporación de Bankia.

El crédito bruto a la clientela creció a su vez un 45,9% y ascendió a 355.929 millones, aunque caería un 3,7% si se excluyen los saldos aportados por Bankia. Su incremento se apoya en expansiones del 55,1% en la financiación a particulares y del 35,9% con empresas.

Con esta evolución, los ingresos principales o ‘core’ de la entidad en una cuenta ‘proforma’ se mantuvieron estables y ascendieron a 8.450 millones de euros.

El margen de intereses en este análisis ‘proforma’ se redujo, sin embargo, un 4% interanual por un decremento en los tipos de interés y el cambio de estructura de la cartera, con un mayor peso de los préstamos ICO y crédito al sector público, y una menor aportación de la financiación al consumo.

El margen bruto se redujo bajó a su vez un 1,1% por, sobre todo, una caída del 57,1% en los resultados por operaciones financieras que incorporaban extraordinarios en 2020, ya que los ingresos procedentes de participadas aumentaron un 49,1%.

En la parte baja de la cuenta, la entidad vio reducirse las dotaciones para insolvencias desde 2.406 millones a 616 millones, ya que el pasado año acopió 1.611 millones frente a deterioros potenciales por la pandemia. Además, la partida de gastos generales bajó un 2,9% y mejoró su ratio de eficiencia en 0,9 puntos porcentuales, hasta el 55,3%.

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