La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha asegurado este jueves que una de las realidades que ha mostrado la llegada de la pandemia del Covid-19 es que «el pilar básico del funcionamiento de la economía» en el país «son los colegios».
Durante la inauguración de las jornadas ‘Yo no renuncio’ sobre conciliación y corresponsabilidad, organizadas por el ‘Club de Malasmadres’, Calviño ha defendido la «agenda feminista» del Gobierno y el compromiso del Ejecutivo en esta materia. En este sentido, ha recordado medidas que se han puesto en marcha en los últimos años, como el impulso del teletrabajo, la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad o la puesta en marcha del Plan Me Cuida.
La responsable de la economía del país ha comenzado con un «mensaje positivo» para la sociedad recordando que al inicio de la democracia, en las fotos de los gobiernos y de las empresas, «todo eran hombres» y que, en los 40 años que han venido después, se ha ido visibilizando la incorporación de la mujer en muchos ámbitos.
Tras agradecer a aquellas que han ido «abriendo camino», Calviño ha reconocido que las mujeres de su generación han sufrido discriminaciones. Así ha narrado como, cuando ella y sus compañeras del sector público se quedaban embarazadas, se les quitaban los sueldos variables o se les paraba la promoción. «Y estaba aceptado que tú tenías que renunciar», ha señalado.
NO RENUNCIAR A NIVEL SOCIEDAD
En su caso, ha explicado, tuvo una «baja maternal espantosa» con su hijo pequeño siendo directora general. «Yo trabajaba 12 horas al día, con mi bebé con mis hijos y llegaba el fin de semana y me sentía aliviada porque era ‘toma, por favor ocúpate del bebé para que pueda seguir trabajando'», ha declarado durante el acto.
«He tenido mucha suerte», ha reconocido en referencia a su carrera profesional, que ha definido como «intensa». Según ha señalado, ella no ha renunciado porque tiene «un marido feminista» que la «apoya», «ayuda» y es «un pilar fundamental» para ella y sus hijos.
La vicepresidenta primera ha explicado que le ha preguntado a sus hijos si ha sido una madre ausente, algo que ellos le han negado. «Eso, lo que demuestra es que no hay que renunciar, que se pueden tener las dos cosas, que merece la pena y que eso es ser buena madre», ha declarado.
A su juicio, en materia de conciliación no se puede renunciar «a nivel individual, ni como sociedad» a que las mujeres estén «integradas a todos los niveles» y puedan conseguir vidas laborales y familiares «plenas».
En este sentido, ha apostado por «un mayor equilibrio» y ha reconocido que, aunque en la pandemia se «ha descubierto que se puede teletrabajar», el hecho de que «una mujer esté en su casa» trabajando «no es una medida» de conciliación.
TELETRABAJO FLEXIBLE
Así, ha señalado la necesidad de «articular» el teletrabajo con cierta flexibilidad para que también exista presencialidad y que las madres no pierdan el «participar en la toma de decisiones» y no estén «invisibilizadas» en las reuniones.
Del mismo modo, ha mostrado su preocupación por las «consecuencias psicológicas» vividas en la pandemia. «Lo que hemos pasado ha sido tan duro, tan brutal», ha señalado, antes de indicar que para las mujeres ha sido más duro porque han tenido una mayor participación en los sectores más afectados, en los que estaban luchando en primera línea contra el Covid-19 y también por su situación en el hogar cuidando de mayores y niños y manteniendo el «pegamento emocional de la sociedad».
Esta situación, ha explicado, determina que la igualdad de género es «el motor de la transformación de España en los próximos años» y, al respecto, Calviño apuesta por «una nueva economía de los cuidados», avanzando en su «profesionalización» y «dignificación». «Lo que es invisible no se incluye en el PIB», ha recordado. A su juicio, la «dimensión de género» debe estar presente en todos los ámbitos.
«Es lo que vosotros defendéis, que la maternidad y la conciliación de la vida profesional y familiar no es una cuestión de las mujeres y de las familias, no tenemos que renunciar como sociedad», ha explicado, dirigiéndose a la fundadora del ‘Club de Malasmadres’, Laura Baena.
«Va a aumentar nuestro PIB aumentando esa capacidad», ha insistido, para concluir señalando que «una sociedad sin hijos es una sociedad sin futuro» y, por ello, hay que impulsar estas medidas «colectivamente» y sin «perder de vista» la agenda feminista.