La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha desvinculado al Ejecutivo de la decisión del todavía vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, de presentar una denuncia por cohecho ante la Fiscalía Anticorrupción contra el ‘número dos’ del PP, Teodoro García Egea, al que acusan de «comprar» diputados para frenar la moción de censura fallida de Murcia.
«Esa decisión la ha tomado Iglesias como líder de un partido, no como vicepresidente segundo», ha asegurado la ‘número dos’ del Gobierno al ser preguntada sobre si comparte esa decisión, en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press.
Según Calvo, lo que ha ocurrido en Murcia, y la desbandada de miembros de Ciudadanos al PP que se ha sucedido después, es «de una deshonestidad fatal de ética». No obstante, no ha querido responder a si considera que, además de ser reprochable éticamente, podría haber delito en el caso de los tres exdiputados del partido naranja que se descolgaron de la moción y que ahora forman parte del Gobierno murciano del PP.