En un contexto marcado por el crecimiento de la inflación en todo el mundo, en parte por la salida de la crisis sanitaria generada por el coronavirus y en otra parte por la invasión en Ucrania, las inversiones se complejizan y la exposición a los distintos tipos de activos van generando modificaciones de cara a los inversores
Así lo explica Antonio Velardo cuando se da cuenta de los cambios que se han ido dando para 2022, comentando que, «a lo largo de los últimos dos años, ha visto subir su cartera 4,5 veces, comprando la mayor parte de las caídas, incluyendo la última que ha tenido lugar. De ese modo, las liquidaciones de más del 30% se convirtieron en los momentos favoritos para comprar, especialmente a lo largo de 2020 cuando la inflación no era un problema en el corto plazo, pero lo empieza a ser en el momento actual».
La inflación en 2022 y la posición de Antonio Velardo
De acuerdo a lo que explica Antonio Velardo, para aquellos posicionados fundamentalmente en FAANG, la inflación siguió sin ser a comienzos de año todavía una preocupación importante.
Al contrario de tiempos pasados, cuenta Antonio Velardo que «se está produciendo un movimiento hacia el otro lado del paradigma del ‘drenaje’ de la agenda MMT». Sostiene un marcado interés por las palabras que ha ido sosteniendo Powell, quien, de acuerdo con Antonio Velardo, «se manifiesta asustado y preocupado, explicando que haría lo que fuera necesario para poder calmar la inflación. En Europa, la situación no es tan distinta», cuenta Velardo
Entendiendo al 2022 como un año inusual respecto de la situación que se atraviesa a nivel internacional, explica Antonio Velardo que «nunca se ha estado en combinación entre inflación alta y tipos de interés bajos», lo que considera una bomba en cuanto a los riesgos y que podría «estallar» en cualquier momento en caso de que no se lleve a cabo una gestión adecuada.
El fin de la pandemia y la crisis
Las últimas cepas del coronavirus, de acuerdo con Antonio Velardo, han marcado el fin de la pandemia y la vuelta de las personas a una vida más normal y como la que se conocía previa a la emergencia sanitaria. Esto ha llevado a que el mercado empiece a colocar 4 o 5 aumentos de tasas, pero sin poder confiar en que la inflación se convierta en un fenómeno transitorio.
Cuenta Velardo que «las personas no han estado gastando mucho dinero durante la pandemia, lo que parecería haber llevado a una reactivación en la etapa posterior, en la que las personas empiezan a consumir más que antes». Estima que, ante una demanda creciente e inesperada por parte de las personas, los empresarios no cuentan con equipamiento suficiente para dar una respuesta, lo que provoca una situación de cuello de botella que acaba repercutiendo, también, en la inflación.
Comprendiendo esta situación, explica el especialista que su cartera tiene que estar preparada para una posible subestimación de la inflación y también la incapacidad de calmarla. En este sentido, aparece la consideración de que insistir en tecnología pequeña con gran potencial pero con muchos altos puede no ser la mejor alternativa, incluso en los casos en que estas tecnologías representen una oportunidad única que no se haya visto hasta el momento.
Fuente Comunicae