Cancelar registralmente una hipoteca y librarse de los abusos de la banca y de gastos y costes excesivos

Remitido

Si alguien debe cancelar registralmente su hipoteca lo primero que tiene que conocer es cual es el procedimiento más adecuado tanto desde el punto de vista económico como en tiempo. Para cancelar una hipoteca se necesita una escritura notarial de cancelación de hipoteca y presentar esta escritura en hacienda rellenando un modelo fiscal, aunque no se pagan impuestos. Después, se presenta todo en el registro de la propiedad y se consigue la inscripción en el registro. Con esto, acaba el procedimiento.

Para cancelar una hipoteca, tan solo se necesita un certificado de saldo cero firmado por el banco en el que conste que se ha terminado de pagar el préstamo hipotecario que hay que cancelar. Del resto de trámites se pueden encargar profesionales.

El banco tiene la obligación legal de proporcionar el certificado de saldo cero de forma totalmente gratuita. A la firma tendrá que ir un representante del banco que puede acudir a cualquier notaría de cualquier sitio de España. Normalmente, el certificado de saldo cero se puede obtener desde la banca online de forma fácil.

No es necesario desplazarse a ningún sitio. Si el cliente tiene disponible este certificado de saldo cero, en Cancela Tu Hipoteca pueden encargarse de todo el procedimiento de cancelación de la hipoteca por un precio cerrado, con la seguridad de que un Notario contactará con el cliente antes de pagar ni un solo euro, sin ningún tipo de compromiso por su parte y sin tener que desplazarse, ya que gestionan todos los trámites de forma online.

¿Por qué se habla de los abusos de la banca y de gastos y costes excesivos?

La Ley mercantil y bancaria prohíbe a los bancos cobrar a sus clientes ningún cargo o comisión de ninguna clase cuando los clientes quieren cancelar su hipoteca. Esto es justo, ya que los bancos ya han cobrado la hipoteca a sus clientes hipotecarios durante un tiempo que suele estar entre 15 y 30 años. Por ello, la ley entiende que los bancos ya han tenido suficientes ingresos, por lo que los clientes ya por fin son libres de su hipoteca y no tienen que pagar nada más para cancelar su hipoteca.

Hecha la ley, hecha la trampa. Los bancos han externalizado en unas gestorías todo el proceso de cancelación. Esto ocurre en prácticamente todos los bancos. Cada banco suele trabajar siempre con las mismas gestorías, que además son muy pocas. Los bancos intentan que las personas que tienen que cancelar su hipoteca lo hagan con estas gestorías. Los bancos no pueden cobrar por cancelar una hipoteca pero sí sus gestorías colaboradoras.

Estas gestorías reciben todo el trabajo de los bancos redirigido en bloque y suelen cobrar por encima de los precios de mercado, pues piden una provisión de fondos total en la que normalmente se quedan al final unos 400 euros y no dan un precio cerrado que transmita seguridad y confianza a los clientes (y además, en ocasiones los costes que el cliente paga de notaría y registro pueden no estar revisados mirando por los intereses del cliente, pues hay ocasiones en que hay ciertos gastos de registro que la ley dice que han de ser pagados por el banco y no por la persona que cancela su hipoteca).

Por último, hay que tener en cuenta para conocer todos los costes asociados a la cancelación de una hipoteca, que también es importante saber a cuánto ascienden los gastos normales de cancelación de una hipoteca en la notaría y en el registro, pues hay varias reglas que establecen reducciones importantes a lo que pueden cobrar notarios y registradores que benefician al cliente.

Por todo esto, es muy importante que quien tramite la cancelación de una hipoteca sea totalmente neutral e independiente, para que pueda negarse a pagar estos gastos de registro que corresponden por ley al banco. En Cancela Tu Hipoteca, ofrecen un precio cerrado que solo se pagará cuando una notaría de confianza haya contactado con el cliente y garantizan que el usuario no tendrá que hacerse cargo de ningún gasto que por ley deba pagar el banco por él.

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