Casa Palacio Reina de Tardajos

Ramón Gutiérrez

Hay hoteles funcionales para pasar una noche por motivos de trabajo, también hay hoteles acogedores para un fin de semana y luego existen hoteles que consiguen que te sumerjas en una verdadera Leyenda. Cada estancia, cada pasillo, cada rincón, cada ventana forman parte de la leyenda que deberás descubrir poco a poco.

Te invito a seguirme y a descubrir la Casa Palacio Reina de Tardajos.

Empezamos nuestro viaje desplazándonos al norte de Soria, en plena Comarca de Pinares y camino de la Laguna Negra, donde nos encontramos con Vinuesa, una hermosa villa de estructura medieval, casonas palaciegas y calles empedradas

Declarada como uno de los 100 pueblos más bonitos de España, Vinuesa cuenta con un origen celtíbero y debe su nombre a un antiguo enclave romano del que aún se conserva un puente y varios tramos de calzada.

En pleno corazón de Vinuesa, se alza la Casa Palacio Reina de Tardajos construida por D. Jacinto Villacieros a finales del siglo XIX, sobre las ruinas del Palacio de Pedro Calixto (S. XVI). Sometida a un minucioso proceso de restauración, en el que se ha respetado fielmente la mezcla de esencias indianas con toques de romanticismo, permitiendo así disfrutar de su esencia solariega y transportar a los huéspedes hasta el mismo S. XIX. Esta majestuosa construcción, que posteriormente pasó a manos de su hija, Manuela Lacarta Calonge, apodada “La Reinilla”, forma parte del legado de la bella Pascuala Calonge, más conocida como La Reina de Tardajos, protagonista de la leyenda de amor más famosa de Soria. Para que los huéspedes puedan descubrir los hechos, la Casa Palacio ha colocado fragmentos de la leyenda en todas las habitaciones y zonas comunes, y propone a sus visitantes reconstruir la historia evocando su recuerdo. La leyenda de la Reina de Tardajos ha traspasado las barreras del tiempo y sigue viva en los corazones de Soria, pero la verdadera historia es aún desconocida para muchos. Por eso, en este viaje, le invitamos a conocer la historia que conmovió a Castilla, y a dejarse enamorar por su legado de amor y promesas eternas.

L A  H I S T O R I A  D E T R Á S  D E  L A  L E Y E N D A

Pascuala Calonge Díez, apodada la Reina de Tardajos por su impresionante belleza, nació en Tardajos de Duero, Soria, el día 6 de mayo de 1816. Sus padres fueron Andrés Calonge, natural de Nomparedes, y Antonia Manuela Díez, natural de Tardajos de Duero. Cuando Pascuala cumplió los veinte años y, a pesar de su amor de juventud con José Díez Moreno, sus padres la casaron con Valentín Lacarta Gómera, un labrador viudo con dinero, seis años mayor que ella. Pascuala nunca fue feliz con el matrimonio que le habían concertado, puesto que, aunque era afortunada por la nueva posición que el casamiento le confería, ella ya había rechazado a Valentín años antes, y seguía amando a José, quien tuvo que salir forzosamente de su vida.

En los nueve años que duró su sufrido matrimonio (1837 y 1844), Pascuala dio a luz a tres niños y a dos niñas, sin embargo, solo sobrevivieron su hija Manuela y su hijo Toribio. Años más tarde, el amor hizo justicia, y José entró a trabajar como criado en la casa Lacarta Calonge, sin que Valentín supiese quién era él. Y entre tanta infelicidad, Pascuala recibió el amor de vuelta en su vida, retomando por siempre, y para siempre, su vínculo eterno con su amado José, a espaldas de su marido. Los amantes solo podían pensar en estar juntos, pero su amor y sus promesas no tenían cabida en la vida orquestada de Pascuala. En la noche del 3 al 4 de enero del año 1845, como única salida a su infelicidad en aquella época, viendo que su vida era muerte, decidieron apostarlo todo a su amor, y acabar con la vida de Valentín. La mujer contó con la ayuda de José, y con la complicidad de otra criada, Juana Yubero. Pero en 1846, todos ellos fueron condenados, cuando los amantes decidieron confesar su crimen para salvar a la criada injustamente culpada, fueron sentenciados a garrote vil, y la criada, a galeras. Pascuala fue la primera en subir al patíbulo para no ver morir a su amado, con la cabeza alta y el corazón lleno. Todos los escritos coinciden en que su arrepentimiento la redimió a ojos de Dios, y que murió como una santa, según su sacerdote confesor. En honor a su apodo, su hija Manuela fue llamada desde entonces, “La Reinilla”, dando origen a la familia de los conocidos “Reinillos”.

Otro de los grandes placeres de este viaje en perderse entre las callejas de Vinuesa y encontrarnos hermosas casonas de arquitectura pinariega y balconadas hacia las plazas. La Casa Palacio Reina de Tardajos, el Palacio de Don Pedro de Neyla, o el antiguo Palacio de los Marqueses de Vilueña son retazos del próspero pasado de la villa. La iglesia de Nuestra Señora del Pino, o la Ermita de la Soledad, se erigen con orgullo en la plaza principal y junto al río Duero. Vinuesa ha conseguido conservar sus tradiciones más antiguas y cada año celebra sus famosos ritos de carácter forestal. Las principales festividades visontinas se extienden del 14 al 18 de agosto y entre ellas destacan la Pingada del Mayo, la Pinochada, y la Becerrada.

Vinuesa está envuelta en espacios naturales protegidos y maravillas de la naturaleza que atraen turistas de toda Europa.

  • LA LAGUNA NEGRA. Una misteriosa laguna de origen glaciar que dota de leyendas a toda la comarca.
  • LA LAGUNA VERDE. Una increíble laguna virgen escondida entre pinares.
  • EL PICO DE URBIÓN y LA LAGUNA LARGA. Un ascenso helado que no te puedes perder y coronar.
  • EL PARAJE DE FUENTONA. Un bello manantial declarado monumento natural.
  • EL PARAJE DE CASTROVIEJO. Un entorno con grandes rocas como sacadas de un cuento de gigantes.
  • LA MUEDRA. Un pueblo sumergido que desapareció casi por completo tras la construcción del embalse de la Cuerda del Pozo en 1936.

Tradición micológica

Cada año, personas procedentes de todos los rincones del mundo visitan Vinuesa para buscar sus preciadas setas, entre ellas, las joyas de la Comarca de Pinares, los boletus edulis. La temporada de setas se alarga del final de la primavera hasta el otoño, y su recolección es el deleite de los vecinos y los curiosos, que se adentran en el pinar llenos de ilusión.

Sostenibilidad y proximidad

En armonía con la naturaleza, bajo el lema “las cosas más hermosas perduran sin dejar huella”, la Casa Palacio firma su compromiso con la sostenibilidad y la preservación del entorno siguiendo el ejemplo de la leyenda que vive entre sus paredes: presente en Soria durante siglos, y sin dejar rastro. La leyenda vive en sus huéspedes La Casa Palacio cree en el amor eterno, y por ello, las instalaciones regalan a los huéspedes zonas comunes experienciales perfectas para compartir momentos y hacer fotos preciosas. Entre ellas están “el muro de las promesas”, una pared dedicada a que las parejas graben sus nombres en madera reciclada, o el libro de “las historias que trascienden”, donde los visitantes podrán escribir su historia de amor y estas serán recopiladas por el hotel.

Con el objetivo de que los huéspedes se lleven un pedazo de Soria consigo, el hotel pone a disposición los mejores productos locales directamente en la puerta de la habitación. Un museo en tu habitación El Hotel Casa Palacio Reina de Tardajos es también un testigo del pasado, ya que parte del mobiliario del siglo XIX ha sido recuperado y habilitado para el uso y disfrute de los huéspedes, que podrán incluso conocer su historia a través de placas informativas.

Rutas de leyenda

Como cierre de la experiencia, se ofrecen rutas por Vinuesa de la mano de los mayores del pueblo. Porque quiénes mejor que ellos para llevarnos a épocas pasadas. El Hotel Casa Palacio Reina de Tardajos, no ofrece un simple alojamiento, sino una experiencia que cautiva los sentidos y la imaginación.

De la Casa Palacio Reina de Tardajos

La Casa Palacio está ubicada en la Plaza Juan Carlos I, 9 de Vinuesa (Soria), y dispone de diez estancias, cuatro de ellas suites dobles con vistas a la Plaza Mayor de Vinuesa y al pinar más grande de Europa. Las Suites cuentan con dos estancias: salón-cocina completa, y habitación con baño completo. Miden entre 25 m2 y 42m2, y son para dos o cuatro personas. Cuentan además con vajilla de lujo de «Seara Collection», de procedencia portuguesa, y cubertería original del S. XIX bañada en oro de 18k. En la planta baja hay un salón con chimenea, cocina, lavadora y lavavajillas para el uso y disfrute de todos los huéspedes. Este salón es convertible en aula o comedor para grupos, y tiene capacidad para 20 personas sentadas. Todas las estancias disponen de cocina y baño completos, sábanas de 500 hilos para asegurar el mayor confort y mobiliario restaurado del S. XIX. Además, todo el alojamiento cuenta con la última tecnología para purificar, desinfectar y desodorizar el aire, con aromas y aceites esenciales con certificado ecológico, proporcionando un aroma agradable y un ambiente limpio en todo momento.

Para más información, pueden visitar el  sitio web Reina de Tardajos, https://reinadetardajos.com/

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