El presidente del PP, Pablo Casado, ha asegurado este viernes que la votación de la reforma laboral en el Congreso es un «atropello democrático» y ha anunciado que su partido llegará «hasta el final» para que se revierta, recurriendo al Tribunal Constitucional. Tras deslizar que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, podría estar «prevaricando», ha recalcado que es un «gran fracaso» para el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que su «medida estrella» se haya aprobado con este «pucherazo parlamentario».
Así se ha pronunciado Casado ante la polémica abierta después de que el decreto de la reforma laboral del Gobierno haya salido adelante en el Congreso por el error del diputado del PP Alberto Casero, que sostiene que él votó «no», atribuye lo ocurrido a un fallo del sistema telemático y denuncia que se «vulneró su derecho a voto».
Por lo pronto, el PP ya ha pedido a la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, que no publique la polémica votación del decreto ley de la reforma laboral –se convalidó por 175 votos a favor y 174 en contra– y que tampoco emita la resolución por la que se ordena la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de ese resultado, que permite que la reforma continúe en vigor.
«VAMOS A IR HASTA EL FINAL PARA QUE SE REVIERTA»
En una declaración sin preguntas, tras visitar la empresa de transportes y logística Molinero, ubicada en el Polígono Industrial Emiliano Revilla, de Ólvega (Soria), Casado ha censurado el «engaño a los españoles» que se ha producido con esa votación y ha recalcado que «no se puede contravenir la voluntad de un diputado para aprobar por la puerta de atrás un decretazo».
«Lo que ayer vivimos en el Congreso es un atropello democrático a los derechos de los representantes políticos. Lo que vimos ayer en el Parlamento es un auténtico pucherazo a la soberanía nacional y vamos a ir hasta el final para que esto se revierta», ha advertido.
Casado ha subrayado que «no es la primera vez que pasa» algo así porque el Tribunal Constitucional «dijo que era ilegal el cerrojazo al Parlamento» durante el estado de alarma y en el Senado su entonces presidenta, Pilar Llop, «subvirtió el resultado de una votación sobre el IVA de las peluquerías».
Sin embargo, ha señalado que lo ocurrido en la votación de la reforma laboral «no es propio de una democracia desarrollada» porque la presidenta del Congreso fue informada antes del inicio de la votación de que «un diputado quería ejercer su derecho y su voluntad de voto presencialmente porque había habido un problema con el sistema de voto telemático».
El líder del PP ha explicado que en esos casos la Mesa del Congreso se tiene que reunir para decidir «qué ocurre en esa situación» que, según ha dicho, «otras veces se ha resuelto anulando el voto ya emitido». A su entender, Batet no quiso hacerlo porque «conocía ese error en el sistema y quería aprobar el decreto de la reforma laboral aplastando los derechos de la voluntad política de un diputado» y, con ello, «la voluntad del Parlamento» que ha sido «contravenida por culpa del PSOE».
AVISA DE POSIBLES CONSECUENCIAS JUDICIALES PARA BATET
Por todo ello, el jefe de la oposición ha explicado que el PP ha solicitado a la Mesa que se reconsidere «este atropello» y ha avisado que, si no se hace de inmediato, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, podría «estar prevaricando». «Y tendría consecuencias también judiciales también para ella», ha apostillado.
Casado ha señalado que el PP también acudirá al Tribunal Constitucional en amparo «para que no se pisoteen los derechos de representación política en España». «Es muy grave lo que ha pasado con la reforma laboral y es un gran fracaso para Sánchez que la medida estrella de su legislatura haya tenido que aprobarse con este pucherazo parlamentario», ha enfatizado.
Además, ha subrayado que, después del «zoco» y la «subasta» para lograr sacar adelante la reforma laboral, se comprueba que sigue «dependiendo de los radicales» de Bildu y ERC porque «no hay geometría variable que ya aguante este Gobierno de tramposos».
«NO HAY GLOBOS SONDA QUE LO OCULTE»
Casado ha asegurado que el PP «no puede tolerar que las instituciones queden completamente subordinadas a los deseos del PSOE» y ha añadido que así lo han hecho con la Fiscalía General del Estado, el Consejo de Estado, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el Tribunal Constitucional o los reguladores. «Ya solo les quedaba atacar al Parlamento, que es lo más sagrado de una democracia», ha enfatizado.
El líder del PP ha subrayado que «no hay globos sonda» del Gobierno que «oculte» el «pucherazo» en la votación de la reforma laboral, aludiendo a los anuncios del Gobierno poniendo fecha a la Conferencia de Presidentes en Palma los días 24 y 25 de febrero y a que el Consejo de Ministros aprobará el martes el fin de las mascarillas al aire libre.
«Esto no hay quien lo oculte. Es un atropello democrático y tiene que tener consecuencias severas de inmediato», ha manifestado, para reiterar que el PP va a defender el Estado de Derecho ante estas «maneras antidemocráticas» de actuar.
En este punto, y ante las elecciones del 13 de febrero en Castilla y León, ha afirmado que si ese día no acude «todo el mundo a votar, ellos acabarán modificando la voluntad en los despachos, como han hecho en Navarra pactando con Bildu en contra de la lista más votada».