Uno de cada cuatro alumnos (24,4%) percibió el curso pasado que existía acoso escolar en su clase, una cifra por encima de la del año anterior, cuando lo detectaba el 15,2 por ciento de los estudiantes, pero una percepción que sigue por debajo de la de 2019, que se situaba 34,1 por ciento.
Así lo analizan la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR en el IV Informe sobre acoso escolar ‘La Opinión de los Estudiantes’, su estudio anual sobre acoso escolar que han presentado este martes y que recoge la opinión de estudiantes y docentes.
El estudio se ha llevado a cabo con los testimonios de una muestra de 5.123 alumnos y 229 profesores (1,1% error muestral al 95%). Este informe se ha realizado gracias a los 691 talleres que ambas instituciones han impartido en 301 centros educativos repartidos por cinco comunidades autónomas (Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Islas Baleares e Islas Canarias) desde septiembre 2021 a junio 2022, beneficiándose 13.143 alumnos.
El trabajo concluye que el acoso escolar «está cambiando desde el parón escolar de la pandemia». Así, el tipo de acoso escolar más común en el último curso fueron los insultos, motes y burlas (89,5%), mientras que el resto de formas de meterse con la víctima se redujeron. Los golpes y patadas pasan del 38% de 2020-21 a un 31,8% en el estudio actual.
La mayoría de encuestados piensa que el acoso escolar afecta a una sola persona (51,3%) y que la víctima lo lleva sufriendo desde hace más de un año (un 29,9% así lo considera). Entre los motivos por los que se produce el acoso escolar destacan el aspecto físico de la víctima (56,5%) y las cosas que hace o dice (53,6%). Menos frecuente, pero también destacable son las buenas notas (20,7%) o el hecho de que el agresor sea agresivo (20,2%).
En referencia a los agresores, el estudio destaca que en el 72,6% de los casos la agresión se lleve a cabo entre varias personas. Un incremento que viene registrándose en los últimos años y que ya alcanza a tres de cada cuatro casos de acoso escolar detectados en este informe (frente al 43,7% en 2018 y 2019).
DESCENSO DEL CIBERBULLYING
En cuanto al ciberbullying, el informe de este año revela que «la percepción de su incidencia baja», ya que un 8,2% piensa que alguien en su clase es víctima de ciberbullying (16 puntos porcentuales menos que en 2020-21). Las situaciones de ciberbullying afectan mayoritariamente a una única persona.
La novedad en este terreno es que, si bien WhatsApp sigue siendo el principal medio por el que se produce el ciberbullying (66,9%), entran en escena con fuerza otras redes sociales no mencionadas en encuestas anteriores como son Instagram (53,1%) y TikTok (48,6%). Los alumnos de Primaria también mencionan los juegos online, Twitch y Facebook como medios donde se produce el acoso.
En el ciberbullying, el estudio apunta que los acosadores son compañeros conocidos del centro escolar en el 85,2%, la mayoría de la misma clase. En este acoso escolar virtual otro avance registrado es que al preguntarles a los alumnos qué pueden hacer para solucionarlo ya mencionan, además de comunicárselo a un adulto (29,1%) -que sigue siendo la opción principal-, el borrar o bloquear la cuenta y eliminar los mensajes (20,8%) o denunciarlo (20,1%).
Al preguntar a los alumnos si han podido participar en una situación de bullying o ciberbullying sin darse cuenta, uno de cada cuatro (24,4%) reconoce que sí lo ha hecho, un porcentaje 2,6 puntos más alto que en 2020 y 2021.
PERCEPCIÓN DE LOS PROFESORES Y CENTROS ANTE EL ACOSO
En cuanto a la percepción que tienen los alumnos sobre la respuesta del centro a los casos de acoso, sigue resultando llamativo que un 45,4% de los chicos y chicas perciba que su profesor no hace nada y hasta seis de cada diez (61,7%) que su centro escolar no hace nada. También roza la mitad (46,8%) el porcentaje de alumnos/as que cree que sus compañeros no hacen nada.
El estudio de acoso escolar también pregunta a los profesores sobre su percepción del acoso escolar y casi la mitad del profesorado (45,9%) ha tenido conocimiento de algún caso de acoso escolar. De estos, más de la mitad (56,5%) son profesores de Secundaria y siete de cada diez (69,2%) son mujeres.
Los profesores suelen enterarse de estas situaciones de acoso escolar principalmente a través de los compañeros/testigos, de la familia o del alumno afectado más que por él mismo u otro profesor.
ASPECTOS PARA QUE SE PRODUZCA EL ACOSO ESCOLAR
En opinión del profesorado, como aspectos bastante o muy decisivos para que se produzca el acoso escolar están el uso indebido de las nuevas tecnologías/redes sociales (95,2%), la presión del grupo de amigos (94,3%), la falta de respeto a las diferencias (93%), la falta de una gestión emocional adecuada en los niños, niñas y adolescentes para resolver conflictos (92,1%) y la normalización de la violencia (91,3%).
El informe también destaca que los agresores son vistos por los profesores como personas que tienen sentimiento de superioridad (76,7%) y con falta de habilidades sociales (73,5%). En ambos casos, se aprecia un incremento en 2022 en relación con 2020 y 2021.
En Primaria, destacan los problemas psicológicos del agresor como la inseguridad, baja autoestima, frustración o miedo al rechazo (55,6%) como el motivo más frecuente.
En cuanto a las acciones que propone el profesorado para que las familias contribuyan a prevenir el acoso escolar están el prestar más atención a sus hijos (88,5%), hacer buen uso de las nuevas tecnologías/redes sociales (88,1%) y educar en valores (86,7%).
Por último, sobre las intervenciones que consideran más efectivas, destacan la sensibilización y prevención de especialistas (86,3%), protocolos de actuación (78%) y formación del profesorado (75,3%).