Las defensas de los investigados por las presuntas coacciones a la jugadora de la selección Jenni Hermoso a raíz del beso que le propinó el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales han solicitado a la Audiencia Nacional que aplace la declaración de la jugadora, prevista para el próximo 2 de enero; si bien ella aboga por mantenerla.
Fuentes jurídicas han explicado a Europa Press que a la petición planteada por la defensa del director de la Selección masculina de fútbol, Albert Luque, se han adherido el resto de representaciones. Su letrado, en concreto, alega que el día fijado para la declaración no es hábil según la normativa vigente.
Su citación se enmarca en la causa en la que el instructor investiga a Rubiales por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones por el beso que le propinó durante la celebración de la victoria en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. La de Hermoso, en concreto, es la última diligencia pendiente en la causa.
Cabe recordar que Hermoso declaró ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durantez, antes de que se incoasen diligencias. Entonces, la jugadora defendió que no se sintió respetada. «Me estaban sometiendo a algo que yo en ningún momento busqué ni hice para encontrarme con esa situación», desveló.
En la declaración ante Fiscalía, revelada por Telecinco, la jugadora de fútbol narró el momento en el que recibió el beso después de que España ganara el Mundial femenino. Según su relato, se abrazó con Rubiales y afirmó: «La que hemos liado». Después, el expresidente de la RFEF pegó un brinco sobre ella y le comentó: «Este Mundial lo hemos ganado gracias a ti».
«Lo siguiente ya fue sus manos en mi cabeza y ya ahí no escuché nada más. Me vi con el beso en la boca y ya directamente me bajé a la tarima con mis compañeras», rememoró Hermoso a preguntas de la fiscal. «Ni me lo esperaba», añadió la deportista. En este punto, la futbolista recordó que la victoria del Mundial fue un «hecho histórico» que costó «la vida conseguirlo».
«En ningún momento me podía esperar que pasara al final algo así (…) En una persona de confianza creo que nadie se esperaría que iba a usar ese momento para hacer algo así, por muy espontáneo que fuera», reprochó Hermoso, que también explicó que cuando bajó de la tarima contó lo sucedido con Rubiales a sus compañeras de equipo Alexia Putellas e Irene Paredes.
LA VERSIÓN DE RUBIALES
Ante el juez, Rubiales defendió que el beso fue una «muestra de afecto» que se produjo de forma «natural», a la luz de «millones de ojos» y que fue «con consentimiento». A preguntas del abogado de Hermoso, aseveró que se trataba de una «celebración totalmente extraordinaria», que preguntó a la jugadora antes de darle el beso y que ocurrió «con consentimiento».
«Si le pregunté antes ¿cómo no le voy a respetar?», respondió a la pregunta de si consideraba que había respetado a la jugadora al besarle en la boca, para luego apuntar que Hermoso tras ese episodio «se fue muerta de risa» y dándole «dos cachetes en el costado».
Sin embargo, en su declaración ante la Fiscalía, revelada por el programa ‘Código 10’ de Telecinco, Hermoso declaró que el beso no fue consentido ni se sintió respetada como persona y futbolista. «Me estaban sometiendo a algo que yo en ningún momento busqué ni hice para encontrarme con esa situación», desveló.