El 4,9 por ciento de los adolescentes en España han intentado quitarse la vida en algún momento, según los datos del estudio ‘PsiCE, Psicología basada en la evidencia en contextos educativos’, elaborado por la Psicofundación y el Consejo General de la Psicología de España, y que ha sido presentado este jueves en Madrid.
Según los investigadores, se trata del mayor estudio realizado en España, hasta ahora, sobre salud mental infanto-juvenil y eficacia de las intervenciones psicológicas en contextos escolares, y en él han participado un total de 8.749 adolescentes, con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años.
Del 4,9 por ciento los adolescentes que se han intentado quitar la vida en algún momento, un 2,28 por ciento eran hombres, mientras que un 7,03 por ciento eran mujeres. «Los resultados revelan diferencias estadísticamente significativas en cuanto a género en todos los ítems. Las mujeres han presentado una mayor proporción de respuestas afirmativas en comparación con los hombres», ha informado el investigador principal del estudio y profesor titular de Psicología de la Universidad de La Rioja, Eduardo Fonseca.
El estudio indica otros datos, como que el 12 por ciento de los adolescentes han presentado puntuaciones compatibles con riesgo de mala salud mental, mientras que el 16 por ciento se encuentra en la franja de puntuación límite. En comparación con género, las mujeres (16,6%) superan a los hombres (6,3%) en posible riesgo de salud mental.
Además, el 6 por ciento de los adolescentes han informado sobre síntomas graves de depresión, mientras que un 26 por ciento han presentado síntomas de depresión de intensidad moderada. «Si ponemos como ejemplo una clase de 25 alumnos, se podría estimar que aproximadamente cuatro estudiantes tendrían una sintomatología depresiva grave», ha destacado Fonseca.
Asimismo, el 20 por ciento de los jóvenes han informado de síntomas de ansiedad moderados, mientras que el 14 por ciento han manifestado síntomas de ansiedad graves. En este aspecto, los resultados han indicado mayor tendencia de las mujeres (20,8%), que han superado a los hombres (5,8%) en la manifestación de síntomas de ansiedad grave.
PROBLEMA QUE SE HA INCREMENTADO
Según la coordinadora general del estudio, vocal de la Junta de
Gobierno del Consejo General de la Psicología de España y coordinadora de la División de Psicología Educativa, Pilar Calvo, este tipo de problemas en los adolescentes «se han incrementado mucho tras la pandemia».
«Este año desde los centros educativos aseguran que han aumentado como nunca las autolesiones, el riesgo de suicidio, la ansiedad y la depresión entre los alumnos. Esto es lo que existe en este momento», ha destacado Calvo.
La experta considera que este tipo de problemas de salud mental suponen un «desafío» que debe tener respuesta «en el ámbito educativo, en el de la salud, en el social y en el familiar».
Por ello, Calvo ha señalado que «es importante tener en cuenta que la infancia y la adolescencia son etapas enormemente importantes para la promoción del bienestar psicológico», algo que, si no ocurre, puede «cronificar» los problemas en edades adultas.
Los investigadores han advertido que los menores merecen «una atención psicológica accesible, oportuna, inclusiva, pública y de calidad». «La psicología tiene herramientas para responder, si se hace en el momento oportuno podemos frenar conductas problemáticas», ha afirmado Calvo.
SE NECESITAN MÁS PSICÓLOGOS EDUCATIVOS
Los expertos ha reivindicado la importancia de la figura del psicólogo en los centros educativos de toda España «por su aportación tan significativa». Para ello, han querido diferenciar el papel de los psicólogos con el de otros profesionales.
«Actualmente existe la figura del orientador en los centros, que puede ejercerla un psicólogo, un pedagogo o un psicopedagogo. Reivindicamos que se incorpore el psicólogo. Más allá de los orientadores, es necesaria la figura del psicólogo educativo con todas sus características», ha indicado Calvo.
En este sentido, la coordinadora del estudio ha señalado que se debería incorporar a los psicólogos educativos con el resto de profesores que trabajen en el centro, «sin que sea un profesional externo», para mejorar su labor e integración con los estudiantes.
«El Ministerio de Educación ha pedido que los profesores se hagan cargo de muchas funciones para lo que no se les han contratado y además no están formados. Por eso, pedimos que trabajen los psicólogos para pautar y que tengan una coordinación en el día a día», ha explicado.
Por todo ello, Calvo ha informado que es necesario para la salud mental de los adolescentes que haya más profesionales de este tipo a nivel nacional. «Si tenemos en cuenta que se requiere un psicólogo por cada mil alumnos, entre centros públicos y concertados, necesitamos cerca de 7.000 psicólogos en España», ha finalizado.