El Atlético de Madrid arrojó incertidumbre sobre su futuro en la Liga de Campeones 2022-2023 después de sumar su segunda derrota en la fase de grupos tras caer este martes por 2-0 ante el Brujas belga, rival que demostró que su rendimiento no es fruto de la casualidad y que volvió a destapar las carencias este año en las filas colchoneras.
El conjunto de Diego Pablo Simeone no pudo dar continuidad a su gran victoria e imagen en el Ramón Sánchez-Pizjuán y retornó a su imagen más gris, lo que le costó tres puntos más en la máxima competición continental, donde la primera plaza parece ya casi propiedad de los de Carl Hoefkens, entre los que sobresalió el español Ferrán Jutglà con gol y asistencia.
El campeón de Bélgica cuajó un buen partido y sacó partido a cierta flojera en las dos áreas, sobre todo en la propia, de su rival, que gozó de ocasiones, pero que adoleció de nuevo de eficacia e incluso desperdició un penalti. La victoria del Oporto ante el Bayer Leverkusen fue la mejor noticia en otra mala noche europea que le deja empatado a tres puntos con estos dos equipos.
Simeone optó por un once muy parecido al de Sevilla, con Yannick Carrasco y Antoine Griezmann como novedades, para intentar contener de inicio la previsible fuerte salida del Brujas, liderado por un impetuoso Buchanan, que dio muchos problemas por el costado derecho.
Al Atlético le costó cogerle el pulso al choque, pero la primera ocasión del partido fue suya, con Carrasco viendo como su disparo frente a Mignolet se iba por encima del larguero tras chocar contra un defensa. Los locales no dieron un paso atrás, aunque su mejor opción estuvo en un centro que iba dirigido a la cabeza de Jutglà y que Nahuel Molina desvió dejando al catalán con la ‘miel en los labios’.
El lateral argentino dio muy buena versión y también fue generador de peligro. Un combinación con Griezmann provocó el potente disparo escorado del francés que desvió un Mignolet, que estuvo rápido minutos después para sacar la más clara del partido, un mano a mano con Morata, al que Molina había dejado solo.
El Brujas recuperó energía para el tramo final, marcado también por la lesión de Marcos Llorente, sustituido por Ángel Correa. Los de Hoefkens aprovecharon cierta falta de tensión en los alrededores de su área para adelantarse en el marcador. Jutglà y Sowah hicieron una pared y el delantero español entró sin demasiada oposición para devolver un ‘pase de la muerte’ que sólo tuvo que empujar su compañero.
Carrasco aún tuvo una falta al borde del área para intentar igualar antes del descanso, tras el que Simeone metió a Kondogbia para retrasar a Witsel a la defensa por Giménez. Oblak se mantuvo firme para evitar el 2-0 en un potente remate cercano de Jutglà, un aviso que dio paso a una reacción visitante.
Los colchoneros pudieron controlar más el ritmo del partido ante un rival que prefirió bajar su intensidad y buscar sus opciones al contragolpe. Carrasco y Griezmann tuvieron un par de ocasiones para haber igualado un partido que se puso cuesta arriba poco después en otra falta de contundencia en el área. Buchanan sujetó de espaldas un balón dentro del área enviado por Jurglà y se lo sirvió al catalán para que este batiese a Oblak.
Quedaba más de media hora para el final del encuentro y el ‘Cholo’ optó por introducir a Cunha por Morata en busca de mejorar las prestaciones ofensivos con su rival ya decididamente dispuesto a guardar su gran botín. El Atlético tuvo el mando, pero le faltó tino de nuevo en los metros finales y algo de suerte como en el remate cercano de Nahuel Molino que desvió un defensa cuando iba camino de la portería de Mignolet.
Sin embargo, la más clara para el conjunto madrileño llegó en el minuto 75 con el penalti cometido sobre Cunha. Pero era ‘noche de Brujas’ y Griezamnn estrelló su potente disparo en el travesaño. Joao Felix fue la última solución del ‘Cholo’, pero Mignolet no permitió ni una alegría.
Poe su parte, el FC Barcelona tambiñen ha perdido este martes ante el Inter de Milán (1-0) en la tercera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, un encuentro en el que los de Xavi fueron incapaces de ver puerta ante un rival que agranda el alarmismo azulgrana en Europa.
No pescaron tres puntos esenciales para afianzarse en la segunda posición. La segunda derrota consecutiva en la competición continental que deja a un Barça sin margen de error para luchar por la siguiente fase. En LaLiga líderes y en Europa entre las cuerdas.
El cuadro catalán parecía acomodarse al césped de San Siro y encerró, durante unos minutos, a los italianos en su área. Una situación cómoda para los de Inzaghi, sin necesidad de la posesión para hacer daño al contragolpe. Junto a ello, Calhanoglu no tardó en exhibir su potente disparo, pero Ter Stegen ‘voló’ para meter la mano y mantener aparantemente la calma entre los suyos.
Primero fue el guardameta alemán, y luego las líneas de fuera de juego quienes les salvaron de un gran susto. El VAR intervino para invalidar un posible penalti por manos de Eric García, pero, por suerte para los de Xavi, Lautaro estaba adelantado. Del mismo modo que Correa minutos después, con un gol anulado por el linier.
El duelo se abrió entre ambos conjuntos y los locales sellaron un muro en defensa impenetrable para Lewandowski, completamente desapercibido. La insistencia azulgrana pasaba por las botas de Pedri y Dembélé, los únicos capaces de encontrar profundidad ante las imprecisiones de Gavi, Raphinha y Marcos Alonso.
La firmeza del Inter tuvo premio y acabó hiriendo a un Barça desquiciado al límite del descanso. Calhanoglu repitió su fórmula desde la frontal y, esta vez, el turco batió por bajo a Ter Stegen con un disparo cruzado. Una inmensa alegría que les permitía irse al descanso por delante del marcador (1-0).
Ya en la reanudación, los ‘blaugranas’ intentaron no demorar la remontada pero su buena reacción inicial se fue deshinchando. Sin disparar a portería, con llegadas ineficaces, sin puntería. Al final, casi sin llegadas al área de Onana. Una impotencia que se sumaría a la lesión de Christensen, sustituido por Gerard Piqué.
EL BARÇA, SIN ACIERTO
La incomodidad de los visitantes seguía en aumento, aún más con la entrada de Dzeko. Dembélé revitalizó los ánimos y su desborde se topó con el palo. Una reacción positiva que Xavi trató de aprovechar con el ingreso de Alejandro Balde y Ansu Fati, que volvía al Giuseppe Meazza, donde se convirtió en el goleador más joven de la historia de la ‘Champions’.
Sin embargo, la suerte no acompañó al joven atacante tres años después y el VAR anuló el tanto de Pedri, que suponía el empate, por manos de Fati. Reiterados intentos sin efecto que dejaron a un Barça desalentado en el final del encuentro, quienes reclamaban un penalti -inexistente para el VAR- por posible mano de Dumfries.
Así, los de Xavi se la jugarán la próxima semana en el Spotify Camp Nou ante el mismo rival, en una ‘final’ por la pugna en la segunda posición y sin mayor margen de error.