El Atlético de Madrid puso fin este martes a su andadura en competición europea después de caer en el Estadio Do Dragao por 2-1 ante el Oporto portugués y ver como el Bayer Leverkusen alemán le dejaba sin opciones de jugar la Liga Europa al empatar ante el Brujas belga.
El conjunto rojiblanco tendrá que lidiar con el luto europeo en el ‘Día de todos los Santos’ y por primera vez en mucho tiempo, y algo inédito con Diego Pablo Simeone en el banquillo, no estará en febrero peleando por algo en Europa.
Necesitaba ganar en su último partido, pero no lo logró, en buena parte por un floja prestación que evidenció que no anda nada finos. Dos goles antes del minuto 25, el primero al iniciarse el choque, fueron una losa en un encuentro donde sólo Jan Oblak, que evitó una goleada, estuvo a su nivel en una noche importante para el club colchonero.
Como si no hubiese aprendido la lección del pasado sábado en Cádiz, el Atlético demostró que es un mar de dudas en este momento de la temporada y su puesta en escena en O Dragao no fue la que requería el choque, con unos primeros 45 minutos repletos de dudas y donde Jan Oblak evitó un mal mayor.
Sin embargo, el portero esloveno no pudo impedir que a los cinco minutos su equipo empezase a estar más pendiente de Leverkusen que de su partido. El iraní Taremi empujó a la red una jugada por la banda derecha de los locales y encareció a los de Simeone el billete para la Liga Europa.
La desventaja no despertó a un Atlético que no tuvo fluidez ni orden en el mediocampo donde la ausencia del capitán Koke Resurrección sigue haciendo mucho daño. Sin Kondogbia, ni Witsel ni De Paul le cogieron el pulso al partido, mientras que arriba, el tridente que formaron Griezmann, Correa y un Joao Felix que volvía a ser titular tras su doblete del sábado apenas pudo hacer daño a la sólida zaga del conjunto portugués.
Oblak agigantaba su figura en el errático inicio y evitaba el 2-0 en un mano a mano claro que no supo ejecutar del mejor modo Galeno, pero el portero no podía hacer nada ante el tanto de Eustaquio, que con un potente disparo desde dentro del área en una jugada iniciada con un fallo en el despeje de Savic.
El encuentro continuó con una sola dirección porque los visitantes fueron incapaces y únicamente hicieron un disparo, flojo de De Paul, a puerta en el primer tiempo. El Oporto, en cambio, pudo irse al descanso con una mayor ventaja, pero Oblak se mantuvo firme y concentrado ante Otavio.
EL ATLÉTICO NO LOGRA REACCIONAR
Tras el paso por los vestuarios, el escenario no cambió demasiado. El conjunto de Sergio Conceiçao no aflojó, sabedor de que el empate sin goles en Alemania le daba también el primer puesto del grupo, y el del ‘Cholo’ continuó sin dar con la tecla y además no cerraba su inseguridad atrás.
Taremi y, sobre todo, Evanilson volvieron a gozar de buenas opciones ante la portería de un equipo colchonero, que intentaba desplegarse algo más y que probaba la seguridad de Diogo Costa con un disparo de Joao Felix, en lo que fue la última acción del portugués. Cunha entró en su lugar junto a Carrasco para tratar de dinamizar el ataque visitante en busca de poner al duelo una emoción que se cortó con el discutido tanto anulado a Griezmann por una falta previa de De Paul.
El Atlético se fue volcando a contrarreloj dejando ya muchos espacios a su rival, que no logró finiquitar la contienda pese a buenas opciones, neutralizadas una vez más por Oblak. El equipo madrileño, pese a sus intentos finales, sólo encontró el premio con el autogol de Marcano, demasiado tarde para que hubiese un milagro con el duelo del BayArena ya sentenciado en su contra.