El Sevilla se complicó su futuro en la Liga de Campeones 2021-2022 tras caer este martes en el Ramón Sánchez-Pizjuán por 1-2 ante el Lille francés, resultado que le deja como colista de su grupo, con opciones todavía de clasificación, pero obligado a ganar los dos partidos que le quedan.
El conjunto hispalense esperaba sumar su primer triunfo en la fase de grupos tras tres empates en la primera vuelta, pero no se alejó de su imagen europea poco brillante y ni siquiera el jugar ante su público ni el ir por delante el marcador le ayudaron para sacar tres puntos vitales. Los sevillistas se quedan con tres puntos, a cuatro del Salzburgo y a dos del Wolfsburgo y su rival de esta noche, por lo que todo sigue abierto.
El Sevilla quiso hacer valer de inicio el ‘factor Pizjuán’ y dominó el partido, amparado en la solidez y equilibrio que le da en el medio la pareja Fernando-Delaney, que sujetó cualquier posible atisbo de transición de un Lille muy ofensivo, pese a no poder contar con su goleador, Burak Yilmaz.
El campeón francés apostó por un once repleto de velocidad y verticalidad para intentar plantar cara, pero apenas pudo mostrarse hasta el tramo final del primer acto. Los locales, impulsados por Ocampos, siempre dieron más sensación de peligro y pisaron más el área rival, pero las ocasiones fueron con cuentagotas.
Sin embargo, la más clara no la perdonó el conjunto de Julen Lopetegui. Un despeje visitante se transformó en pase a Suso y el andaluz encontró a Rafa Mir, cuyo disparo, fuerte, pero centrado, no fue bien repelido por Grbic. La pelota quedó ‘muerta’ y por allí apareció Ocampos para hacer el 1-0 al cuarto de hora y poner por fin por delante al Sevilla en esta Champions.
El tanto no desperezó al Lille, que no probó a Bounou hasta pasada la media hora. El equipo de Gourvennec no se desprotegió demasiado pese a la desventaja y se aprovechó del mal tramo final hispalense. Los sevillistas tenían el choque aparentemente controlado cuando Delaney cometió un innecesario penalti, el cuarto en casa en esta Champions, que no desperdició David antes del descanso para dar un premio algo excesivo al campeón de la Ligue 1 que pudo incluso haberse ido a vestuarios por delante si a Ikoné no se le hubiese ‘apagado la luz’ en un mano a mano tras un fallo de Diego Carlos.
EL LILLE SE PONE POR DELANTE
Y el mal final de primer tiempo lo alargó el Sevilla al inicio del descanso para ver ponerse cuesta arriba su futuro continental. Çelik envió al balón al palo y el rechace no lo perdonó Ikoné para voltear el marcador. De pasar a dominar por primera vez en la competición a tener que remar a contracorriente de nuevo como ante Salzburgo y Wolfsburgo.
Lamela y En-Nesyri entraron inmediatamente para dar más potencial ofensivo y buscar lo antes posible la igualada en un partido que se trabó en exceso tras el 1-2, lo que perjudicó a los intereses del conjunto local para encontrar el mejor ritmo e intensidad para lograr su objetivo.
Pero los minutos pasaban y el Sevilla no conseguía inquietar en exceso a Grbic, sólo amenazado por un disparo de Lamela. El Lille, disciplinado atrás, esperaba que el paso de los minutos y la ansiedad sevillista le fuese ayudando a encontrar los espacios para intentar sentenciar. Munir fue la última ‘bala’ del conjunto andaluz, pero el mayor número de jugadores ofensivos no se tradujo en más peligro arriba y el margen de error del Sevilla queda anulado.